Detenido el dueño de Alizan por vender contratos falsos a inmigrantes

Tenía una deuda con la Tesorería General de la Seguridad Social de 116.000 euros por cuotas impagadas
REDACCIÓN.-Agentes de la Policía Nacional del Grupo de Falsedades de la UCRIF de la Comisaría Provincial de Almería han procedido a la detención de José H. G., de 46 años y natural de Almería, como presunto autor de los delitos contra el derecho de los trabajadores, contra el patrimonio, y de favorecer la inmigración ilegal.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de agosto con el fin de identificar y detener a un individuo que se dedicaba a la captación de ciudadanos extranjeros y la elaboración de contratos de trabajo, para solicitar autorizaciones de residencia en España, a través de empresas fantasma de construcción y de distintos colaboradores que figuraban como administradores únicos de otras empresas ficticias.

Los agentes habían detectado en la Oficina de Extranjeros de la provincia un importante número de ofertas de empleo a ciudadanos extranjeros realizadas por la empresa de construcción “Alizán”. La Inspección de Trabajo informó a los policías de que el detenido mantenía una deuda con la Tesorería General de la Seguridad Social de 116.000 euros por cuotas impagadas y que las empresas no tenían capacidad económica para cumplir con las obligaciones derivadas de los contratos de trabajo firmados.

En el transcurso de las investigaciones se pudo constatar que el fin de las empresas investigadas, no era otro que el facilitar la estructura legal necesaria para elaborar contratos de trabajo a inmigrantes y que el detenido carecía de documento acreditativo alguno donde constara la actividad económica efectiva de las mercantiles.

El detenido José H. estaba dado de alta en la Seguridad Social en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos en el sector de la construcción como persona física y, como administrador único de “Estructuras y Construcciones Alizán” y se ocupaba personalmente de la tramitación de las solicitudes de permiso de residencia y trabajo en la Oficina de Extranjeros de Almería, incluso se desplazaba a las viviendas de los inmigrantes o a sus vehículos para cumplimentar en su interior las solicitudes así como las ofertas de empleo, cobrando por ello cerca de 1000 euros.

La captación de clientes se debía a la transmisión entre los inmigrantes de la información, casi todos los perjudicados son de origen subsahariano y residentes en la zona del poniente almeriense.

La policía se ha incautado de diversa documentación sobre ciudadanos extranjeros que está siendo estudiada, por lo que las investigaciones continúan abiertas.