martes, 1 de diciembre de 2009

Detenida una banda de rumanos que asaltó domicilios y empresas

Estaban perfectamente organizados y se les ha intervenido un ordenador para la manipulación de vehículos. El material incautado está valorado en 30.000 euros

LAEDICION.NET.-REDACCIÓN.-D.M.-Una larga y compleja investigación de casi tres meses ha concluido con la detención por parte de un grupo de agentes de la Guardia Civil en Hijate a ocho personas de nacionalidad rumana a quienes se acusa de formar parte de una banda que cometió 18 atracos en comercios de pequeñas localidades de Almería, Cuenca y Granada, así como de propinar una paliza al propietario de un restaurante de la zona. El botín recaudado era enviado hasta su país de origen para revenderlos.

La operación bautizada como Parche, comenzó con la detención de Petru Nicu M., considerado el líder del grupo quien tenía un amplio historial delictivo en delitos de robo con violencia, robo con fuerza, hurto y secuestro. Él junto a Mariana T., Alexa I., Florín M., Mihai Marian C., Constantin P., Vasile R., Marius Adrian P., y Alexandrina I., de entre 18 y 41 años, han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Purchena por presuntos delitos de asociación ilícita y robo.

Los ocho detenidos elegían sus objetivos en pequeñas localidades y en zonas poco transitadas. Así, se les imputa atracos en Venta El Pino-Nacimiento, Tahal, Huércal Overa, Hijate, Sorbas, Gádor -todas en la provincia de Almería. Incluso, se les imputa un robo registrado el 28 de agosto en un secadero de jamones de Hijate y en un restaurante, donde hicieron saltar la alarma y propinaron una paliza al propietario.

La Benemérita destaca que la banda especializada en atracos a locales planificaba sus acciones delictivas con precisión y roles definidos y perpetraba los robos por encargo o de acuerdo a las demandas del mercado rumano, país al que enviaban la mercancía robada a través de autobuses de línea para su posterior venta.

La investigación culminó el 23 de noviembre, cuando los agentes desmantelaron la red y comprobaron que los miembros adoptaban reconocimientos de los alrededores de sus domicilios cada vez que salían o entraban de los edificios. En los registros domiciliarios, se intervinieron 198 teléfonos móviles, televisiones de pantalla plana, reproductores de DVD, equipos de audio, numerosas herramientas y 2.160 kilos de hilo de cobre valorado en 30.000 euros.

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