martes, 1 de diciembre de 2009

El alcalde acude al Defensor del Pueblo para arreglar un colegio

Denuncia que lleva cuatro años pidiendo reformas ante la "pasividad" de la Junta
LAEDICION.NET.-REDACCIÓN.-D.M.-Las medidas anunciadas por el equipo de Gobierno de Gádor para lograr que la Consejería de Educación acabe con la situación que del colegio público Soledad Alonso de Drysdale no han tardado en llegar.

Hay que recordar que este colegio tiene más de 50 años de antigüedad y que el Ayuntamiento lleva casi cuatro años pidiendo, por activa y por pasiva, que la Junta de Andalucía cumpla con su obligación de eliminar las deficiencias exisitentes en sus edificios. La delegación de Educación no sólo no ha actuado, sino que, además, ha ignorado tales peticiones. Por este motivo, el alcalde de la Villa, Eugenio Gonzálvez, ha remitido un escrito al Defensor del Pueblo Andaluz en el que se le pide que interceda por los alumnos, profesores y padres de este colegio y se le insta a actuar en defensa de sus derechos, seguridad y bienestar. "No podemos permitir que el delegado ignore, desprecie y margine a los gadorenses que tienen que ver impasibles como su colegio cuenta con deficiencias en materia de estructura, instalaciones eléctricas, fontanería, climatización, etcétera", critica.

Además, el máximo edil ha adjuntado un dossier con un informe del arquitecto, fotografías y la documentación que prueba todas y cada una de las peticiones realizadas por el Ayuntamiento, a través del pleno y de solicitudes de Alcaldía.

En la misiva, el alcalde expone una a una las deficiencias: "el colegio necesita, desde hace unos cuantos años, que se acometan las obras de reparación de las cubiertas y solerías, que han provocado goteras y humedades; la sustitución las carpinterías de hierro y madera por PVC o aluminio, puesto que han perdido toda su capacidad de aislamiento térmico; la supresión de las barreras arquitectónicas y la dotación de un ascensor o plataforma que posibilite el libre acceso a los alumnos discapacitados del centro a todas las dependencias educativas; y la reparación de los aseos que se comprometió a arreglar con el Ayuntamiento, ya que la Administración Local cumplió su parte del trato y reformó el aseo que le correspondía. En definitiva, necesita una serie de mejoras necesarias para llevar a cabo una modernización de las instalaciones y la adaptación a las necesidades educativas de hoy. El CEIP no cumple con los mínimos exigidos por la Ley en materia de accesibilidad. Las diferentes barreras arquitectónicas impiden al alumnado con discapacidad poder acudir al aula digital", suscribe en el escrito.

"Nos están tomando el pelo. Los niños de Gádor cuentan con un colegio que está más cerca del siglo XIX que del XXI. No estamos dispuestos a que sigan recibiendo clases en unas condiciones tercermundistas", concluye.

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