LAEDICION.NET.-REDACCIÓN.-La Guardia Civil mantiene en casa, cobrando su sueldo sin complementos, al agente que conducía un autobús en el que fueron agredidas por sus compañeros dos menores. Si es sentenciado por falta muy grave será expulsado del cuerpo.
El caso generó gran alarma social por dos circunstancias, por la presunta agresión que sufrieron las dos menores y porque el conductor del autocar era guardia civil. Un agente destinado en el parque móvil de Príncipe de Vergara (Madrid) que hacía doblete en sus ratos libres.
La Guardia Civil le retiró del servicio como medida cautelar y desde entonces le mantiene en casa, según fuentes del cuerpo consultadas por Este Digital, con su sueldo, pero sin otros complementos. El tiempo que deberá estar apartado oscila entre los tres y los seis meses, tal y como se recoge en la Ley de Régimen Disciplinario.
El agente incumplió las normas sobre incompatibilidades que rigen en el Instituto Armado al tener otro trabajo además de su puesto en el parque móvil. El procedimiento administrativo sigue su curso y puede quedar suspendido de empleo y sueldo por un período de entre tres meses y seis años. Si finalmente se le impone una sanción por una infracción muy grave –como es el caso- sería expulsado del cuerpo.
La empresa `Sabroso Fraile´ le contrató para su línea de autocares. Cuando se produjo el incidente cubría la ruta escolar del instituto de Villalbilla hasta Loeches. Durante el recorrido, dos niñas menores fueron presuntamente agredidas por algunos de sus compañeros. En ese momento, según denunciaron los padres de las menores, el conductor no hizo nada por parar la agresión.
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