martes, 29 de diciembre de 2009

No se puede imponer un modelo de sexualidad

Ante la aprobación de la ley del aborto libre, queda su paso por el Senado que lo máximo que puede hacer es devolverla al Congreso para que este la apruebe, la Federación de plataformas de Padres, España Educa en Libertad, que ha seguido atentamente la tramitación del proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva, amenazó con promover la objeción de conciencia si el Gobierno implanta por ley la obligación, a todos los centros educativos, a impartir educación sexual a todos los alumnos desde los 11 años y que estas enseñanzas no serán proporcionadas por los profesores, sino por personal sanitario ajeno al centro, designado por la Administración”. Ante esto, estoy de acuerdo con la organización denunciante, el Ejecutivo pretende dejar a los padres al margen de cuestiones trascendentales para el desarrollo de los hijos, que inciden en el ámbito de la moral y que, por su propia naturaleza, no pueden abordarse en ningún caso de una manera neutra.

Y es que el Estado no puede imponer una visión particular de la afectividad y de la sexualidad a los niños y adolescentes. Al hacerlo, se entromete de nuevo, como lo ha hecho en el caso de Educación para la Ciudadanía, en la intimidad de los alumnos pues el ejercicio de la sexualidad pertenece al ámbito personal y afecta a los valores y convicciones y, por tanto, a la libertad ideológica y de conciencia.

También estoy de acuerdo con España Educa en Libertad cuando manifiesta que cualquier contenido de educación sexual dirigido a menores no puede tener carácter obligatorio y que han de ser los padres quienes decidan la educación de los hijos. A este propósito, como profesor y como dirigente de una organización comprometida con la educación, consideró que los centros educativos no deben colaborar con este proyecto ideológico.

José Morales Martín

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