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LAEDICION.NET.-Los andalucistas siempre hemos sido partidarios de la desaparición de las Diputaciones, ya que entendemos que lo sensato es potenciar las comarcas, mancomunidades de municipios, y su relación directa con la Junta de Andalucía. Pero la cuestión es que de ser una institución desfasada, que está para servir a los ciudadanos mas desfavorecidos (personas residentes en núcleos de población pequeños, que recibirían los mismos servicios desde su mancomunidad comarcal) y que genera un gasto inmenso por duplicar la gestión -y por tanto los gestores-, ha pasado a convertirse en un reducto de lo peor que ofrece la política.
Si encima hay interés para que un pacto (PAL y PSOE desde 2003), no se rompa ocurra lo que ocurra, preocupa mucho; y han ocurrido en estos años muchas cosas que no se entienden.
El último episodio de la Diputación Provincial de Almería es el más significativo para entender qué es, cómo funciona y a qué intereses sirve.
El PSOE recaba apoyos para sacar adelante unos presupuestos provinciales, y los consigue del PAL y de IU, ya sea por voto favorable o por abstención. A cambio, el presidente de la Diputación, el socialista Juan Carlos Usero, vuelve a contratar a dos personas del PAL para que le asesoren, y además cesa al asesor que tenía de IU porque el PAL se lo ordena públicamente.
Cuando esto sale a la luz pública queda en evidencia que el pacto PAL-PSOE vuelve a estar activo. A Usero lo desautoriza su secretario provincial Diego Asensio, y el portavoz andaluz Rafael Velasco. Usero cesa entonces a esas dos personas que minutos antes había defendido como idóneas para el cargo y dice que él sólo hace lo que le dice el partido.
Hace casi seis meses asistimos a algo similar. Cuando comenzó la Operación Poniente, el vicepresidente socialista Luis Pérez, mantenía en una rueda de prensa que el pacto en la Diputación no tenía por qué verse afectado, y un par de horas después el pacto fue roto por orden de la Ejecutiva Andaluza del PSOE. Una semana después Pérez defiende que los asesores del PAL no deben ser cesados porque están adscritos al presidente y prestan un servicio a la provincia. Horas después es desautorizado y son destituidos esos asesores.
Leemos unas declaraciones de la vasca Nerea Hernández, que tiene mando en el PSOE de Almería, (¿Cómo van sus oposiciones para ser funcionaria del SAS?) en las que respalda a Usero a pesar de haber cometido un error.
¡Pero como no lo va a respaldar! ¿Será posible encontrar a alguien más sumiso que él en todo el PSOE de Almería? ¿y este es el que se postula como candidato del PSOE a la Alcaldía de la capital?
¡Qué confianza da a los ciudadanos un Presidente de la Diputación (o alcalde) que hace siempre lo que le ordena el partido.! Los ciudadanos y sus intereses ¿Qué?
Pues seguro que a ninguno de los dos se les ha pasado por la cabeza dimitir.
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