LAEDICION.NET.-La banda malagueña, liderada por Javier Ojeda, ofrecerá los nuevos temas que son versiones de los años 80 y también los temas que encumbraron al grupo
Danza Invisible uno de los grandes grupos surgidos en los años 80 en Málaga y que forman ya parte de la historia del pop en este país actúan hoy viernes, a las 22:00 horas en la Explanada del Faro de Roquetas de Mar. Es la segunda vez que actúan en el programa A pie de calle que organiza la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Roquetas.
En esta ocasión, el grupo está de estreno, puesto que harán los temas de su nuevo disco Tía Lucía, aparte de otros temas de su amplia discografía. Tía Lucía era el nombre de la pizzería donde Danza Invisible iban a tomar algo a la salida de los ensayos. Allí siempre tenían puesta una emisora donde sonaban éxitos del momento: temas de Smokey Robinson, Blondie, K.C. & the Sunshine Band, Michael Jackson, Springsteen, The Cars, Hall & Oates, B-52's, etc. También de vez en cuando se dejaban caer temas de cantautores como Roque Narvaja o Hilario Camacho, nada de la movida ni similar.
Tía Lucía es realmente un homenaje a la radio del pasado, a aquellos temas que sonaban incesantemente en su juventud, que además de ser grandes éxitos eran buenas canciones. De esta inspiración surgió su nuevo álbum, con versiones de temas rock, soul y pop, que abarcan el periodo entre 1979 y 1989, con una inmensa mayoría de material americano. Estas canciones recuerdan a ese Torremolinos kitsch, pero auténtico, que desapareció hace muchos años, y se han transformado como por arte de magia al sonido de Danza Invisible.
Anteriormente, en la época de "En equilibrio" (1998), Danza ya intentó hacer un álbum de piezas ajenas. El proyecto se frustró, en parte, por una falta de concepto, con una selección de canciones que era cada una de su padre y de su madre. Por tanto, era una cuenta pendiente que tenía la banda y que ahora deja saldada, y que explica también porque no regresan con material nuevo después de tanto tiempo.
El primer planteamiento de "Tía Lucía" fue darle ese concepto que faltó anteriormente. Para ello se empezó con acotar en el tiempo las piezas seleccionadas, coincidiendo con la adolescencia y primera juventud del grupo. Igualmente se revisaron las canciones que habían sido éxitos en la radio de ese periodo, en parte para reivindicar el poder de ese medio como creador de una banda sonora personal.
"Pensamos que era un bonito reto enfrentarnos ahora a estas canciones. Son todos temas por los que sentimos mucho cariño, aunque no necesariamente son de nuestros artistas favoritos. Puede que por ello hayamos sido capaces de darles nuestra peculiar visión, llevarlos a nuestro terreno. Hay soul, pop y rock, estilos de nuestro agrado y en los que nos sentimos cómodos. Aunque no ha sido un camino de rosas alcanzar la selección: el hecho de querer hacer todas las canciones en nuestro idioma se ha topado en muchas ocasiones con impedimentos legales que han hecho imposible realizar muchas adaptaciones", comenta Javier Ojeda, cantante del grupo.
"Por eso finalmente completamos el disco con dos canciones que se escapan ligeramente de las coordenadas mentadas. Se trata de "En este sitio solitario" ("In a lonely place") de los Smithereens, que nunca fue un gran hit salvo en los bares de Málaga por donde nos movíamos, y "Un amor en cada bar" de Gato Pérez, que sólo lo ha sido en mi casa. Musicalmente se ajustan al ambiente del álbum y pienso que le dan un contrapunto especial", explica.
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