El Presidente de Diputación Provincial, Gabriel Amat; la Hermana Superiora de las Adoratrices, Juana López; y su homóloga de las Oblatas, Clara Alicia Martel; han firmado este viernes, 23 de septiembre, los convenios de colaboración entre la Diputación, a través del Servicio Provincial de Mujer, y sendas comunidades religiosas para luchar contra la prostitución y fomentar la integración de las mujeres que han estado o están en situación de prostitución. Al acto también han asistido la Diputada de Bienestar Social, Almudena Valentín; y la Diputada delegada de Igualdad, Elisa Fernández; así como el Secretario de la Institución Provincial.
DANIELLA MONTENEGRO Aprovechando la celebración del Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños; la Institución y las dos órdenes religiosas han materializado este convenio de colaboración. El presidente, Gabriel Amat, ha destacado la importancia de este acuerdo ya que va a facilitar el desarrollo personal y mejorar la calidad de vida de estas mujeres.
La obra social de las Adoratrices van a atender a las mujeres que se deriven desde el Servicio Provincial de Mujeres de la Diputación Provincial. En este sentido ofrecerán dos tipos de atención la residencial –que incluye acogida, formación integral y búsqueda de alternativas a través de un plan de intervención personal-; y la no residencial, que es la atención a mujeres que aún está en situación de prostitución y acuden en búsqueda de asesoramiento o búsqueda de alternativas.
Por su parte, las Oblatas atenderán a las mujeres a través de los pisos de acogida y apoyo, que ofrecen acogida, información y acompañamiento –las mujeres pasan por cuatro etapas: acogida, acompañamiento, formación y preparación de la salida del piso- ; y de Bolsa de empleo.
La Diputación se ha comprometido a prestar atención individualizada y asesoramiento en materia jurídica, psicológica, social y laboral, en los proyectos de las Oblatas y Adoratrices, cuando dichas entidades lo demanden.
Además, la Institución Provincial pondrá a disposición de las comunidades religiosas todos los recursos de la Red de Atención a Mujeres víctimas de violencia de género (CAI, Programa de Recuperación de Víctimas y Piso Tutelado.), cuando el caso lo requiera. “En resumen vamos a ofrecer asesoramiento jurídico, social, y psicológico siempre que se requiera”.
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