miércoles, 28 de diciembre de 2011

Julio Iglesias: «No me retiro»

Un malentendido hizo pensar que se despedía de los escenarios, pero el cantante lo niega y aclara que seguirá «hasta el final
Daniella Montenegro© Julio disfruta de unos días con los suyos después de actuar en Kuala Lumpur. Ha vuelto a su casa de Punta Cana, donde el teléfono no para de sonar desde que compareciera en el Instituto Cervantes de Madrid, donde Rafa Nadal le hizo entrega de los dos premios más importantes de su vida. Lo paradójico es que el «¡ring, ring!» no solo es para felicitarle: la mayor parte de las veces también es para preguntar directamente el porqué de su retirada. Él lo achaca a que en el discurso previo a la entrega de los galardones se emocionó, por supuesto, pero sus palabras fueron entendidas «un poco mal por la prensa». Habla todavía asombrado: «Se ha dado por hecho que me retiro cuando solo me refería a los eventos públicos... No quería anunciar el final de mi carrera cuando acaba de salir al mercado una obra, el doble recopilatorio '1', con 44 temas cantados con mucho amor, cariño, arreglos totalmente nuevos para que sirvan para siempre», aclara el cantante. «Ahora ya no podrán ponerme pegas en cuanto a la voz. Cómo le diría... ya es difícil imitarme como se hacía en los años 70. Desde los 90 la cosa cambió. Me cambió la voz y la manera de comportarme en el escenario. Es posible que vuelva a entrar en un estudio para grabar temas nuevos», adelanta. «Hace muchos años interpreté esos temas con una voz un poco frágil. Actualmente '1' está situado en el número uno de todos los países iberoamericanos y me mantendré en los escenarios de todo el mundo hasta el final o si el público me lo pide. En fin -suspira-, todo este batiburrillo es una locura rodeada de llamadas telefónicas de todo el mundo», se lamenta. Iglesias tiene previstos 120 conciertos en 2012 y confiesa que la gente que le ha seguido fielmente está «desconcertada» por los rumores sobre su retiro. «No soy una persona de vida social, prefiero la tranquilidad familiar y el trabajo. En los años 70 y 80 me invitaban para hacer entrega de algún premio a la mejor música en los Oscar y siempre me disculpé. Entre tanta gente me siento como un vegetal en una pajarería. Mi sistema nervioso me contrae el cuerpo y camino mal. Es como si el sistema motriz se revelara», explica tomándose el episodio como un malentendido sin mayor trascendencia. «Es en el escenario donde me siento a gusto, donde me hago más joven, no me duele la espalda, ni las articulaciones. Bueno, después sí... Me duele todo». Fue la compañía de sus grandes éxitos, Sony, la que propuso el acto. «Mi relación con la empresa es lo más cercano a un matrimonio bien avenido. Al ver que en cualquier sitio de los cinco continentes, en lugares como China, he vendido discos y he actuado tanto, insistieron y acepté al contarme que se celebraría en el Instituto Cervantes y con Rafa Nadal. No me resistí, imposible. Saber que eres el artista de lengua española que ha vendido más discos de la historia (300 millones) y también en tu país (23 millones), es pura magia. No se puede pedir más, ni creo que vaya a tener ningún premio mejor». Vacaciones en familia Ayer, a media mañana, junto a Miranda y los niños disfrutaban de una conversación a siete voces, lo que resultaba totalmente incompatible con la paz que Julio dice buscar. Todos juntos. Y digo estaban, porque el griterío y alborozo se debía a que por la tarde volaban a Australia para celebrar la Navidad. Un regalo del cantante a los suyos. «El día de fin de año canto en Georgia y tengo que compensarles», dice. Parecer ser que la prole se ha portado este año «con una responsabilidad que a mi mujer y a mí nos tiene asombrados. Parece que el tiempo solo pasa para mí. A ellos les veo como pequeños y lo cierto es que ya no lo son. Están muy altos. Lo que sucede es que el que cumple los años soy yo, 68». Ríe tranquilo al verse juntos. «Son mi sosiego, junto a Miranda. Óscar de la Renta nos ve frecuentemente y suele decir que estamos dándole una lección con la corrección de una familia normal y corriente». La obra de todo intérprete y compositor como él, con una historia jalonada por canciones y éxitos en todos los países, con números uno globales en todos los idiomas, tiene que trascender -para que los españoles nos vengamos arriba- junto a The Beatles, Elvis Presley, Frank Sinatra, Michael Jackson, ABBA, Elton John o Madonna. «Me siento bien, orgánicamente, para seguir adelante. No puedo andar, pero corro; no soy guapo, pero lo parezco; no cantaba y soy el artista que más ha vendido en la historia. Le doy las gracias a Dios porque todos estamos bien de salud y por ayudarme a superar las dificultades para conseguir lo que me propuse», confiesa emocionado.

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