jueves, 12 de enero de 2012
los "cuernos" de Paulina Rubio
LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-Sábado, 17 de diciembre. A la una de la tarde daba comienzo la boda que unía a José María Aznar Junior, hijo mayor del expresidente de Gobierno, con Mónica Abascal, diseñadora de la firma de bolsos Vega Cárcer. Esta ceremonia, celebrada en la finca El Campillo, en el municipio madrileño de San Lorenzo de El Escorial, fue adornada por varios rostros relevantes del panorama social patrio. Entre los 600 invitados se encontraba Nicolás Colate Vallejo Nájera, marido de Paulina Rubio, que acudió acompañado de su amigo Javier Hidalgo, heredero de Globalia (Halcón Viajes, Air Europa…).
Una vez finalizado el banquete, el ambiente festivo comenzó a embriagar a los asistentes. A algunos más que otros, eso sí. Una joven de alta alcurnia, rubia, para más señas, se dejó llevar por sus impulsos y amenizó la fiesta con su simpatía, conquistando a los presentes, aunque sus miras estaban puestas en Colate, quien cortésmente supo lidiar con la situación rechazando sus proposiciones. Ante la efusividad de esta joven y el alegre revuelo que provocaba entre el resto de los invitados, Colate le ayudó a recobrar la compostura para que sus desmanes no fuesen a más.
Este hecho ha sido aprovechado por algún invitado al enlace para especular sobre lo que pasó más tarde. Pero según ha podido confirmar Vanitatis contactando convarios asistentes al enlace, entre Nicolás y aquella misteriosa rubia no pasó nada que apuntara a esa dirección, ya que la joven es la hermana de una de las amigas que forma parte del grupo de los Aznar, con los que Colate y Javier Hidalgo comparten noches de diversión, por lo que no se trata de una chica a la que había conocido durante la boda, como así recoge a revista ¡Qué me dices! este lunes, que titulaba su portada: “¿Cuernos?”.
La supuesta infidelidad, que ha sido desmentida a Vanitatis por su entorno más cercano, dispara las habladurías sobre una crisis dentro del matrimonio entre Nicolás y Paulina. Estos rumores se han unido a los surgidos durante las navidades, ya que ambos las han pasado por separado. Colate decidió pasar estas fiestas junto a su familia en España, pues hacía mucho que no veía a su madre, y despidió el año junto a su hermana Samantha en las paradisiacas playas de Punta Cana, según ha podido saber este portal de fuentes de toda solvencia. Mientras tanto, Paulina se encontraba inmersa en la promoción de su último trabajo discográfico, Brava, por Latinoamérica, lo que le mantuvo alejada de su marido por imposiciones laborales, pero en algunos medios se sigue hablando de ruptura, aunque en ningún caso lo ocurrido en la boda de Aznar tendría nada que ver con el enfriamiento de su relación.
Una pareja en la cuerda floja
La sombra de crisis siempre se ha cernido sobre la pareja durante sus cinco años de matrimonio. La última vez que los mentideros del papel cuché alarmaron sobre una posible ruptura matrimonial fue el pasado mes de mayo, cuando unas fotografías de Nicolás con el torso descubierto y sin su esposa circulaban por todas las redacciones del país. Los incesantes dimes y diretes llegaron a su punto álgido cuando la cantante no acompañó a su marido en la celebración de su cumpleaños en Miami, pues Paulina Rubio descansaba en Los Angeles.
Pero el hecho de que la pareja no compartiera techo era motivo más que suficiente para los dimes y diretes de la prensa rosa. Mientras que la cantante estaba con su hijo en Los Angeles, el empresario vivía en la casa que compartían en Miami. Una circunstancia que han atribuido nuevamente a los diversos compromisos profesionales de la cantante y no a una ruptura.
Ante esta oleada de rumores la pareja decidió regalar a los fotógrafos unas imágenes en las que se podía ver la complicidad que aún les une, cogidos de la mano y en actitud muy cariñosa a la salida de un conocido restaurante de Berverly Hills.
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