El cinco estrellas que Marta Ortega ha elegido para sus invitados

En A Coruña no sueltan prenda. Nadie quiere hablar de los detalles de la que será una de las bodas del año, la de la hija de Amancio Ortega. Pese a la curiosidad que despierta este tipo de acontecimientos, el respeto que sienten los gallegos hacia el empresario ha conseguido que apenas se conozcan detalles del enlace de la rica heredera, con el jinete Sergio Álvarez.

LAEDICION.NET.-:/ Redacción Twitter @LaEdicin.-Tanto el pueblo de Anceis, donde se celebrará la boda, como el Hesperia Finisterre que alojará a los invitados, se han convertido estos días en dos auténticos búnkers a los que muy pocos tienen acceso. El 18 de febrero está marcado en rojo en el calendario del personal del hotel coruñés como el día D. Hasta él, llegarán a lo largo de este viernes los selectos invitados del enlace de los Ortega, entre los que se barajan nombres como los de Carlota de Mónaco o Athina Onassis, compañeras amazonas de la novia. El hotel, ubicado en un edificio construido en 1948 y reformado completamente en 2003, ha sido elegido por los Ortega ya que, además de ser el único de cinco estrellas de la zona, se encuentra a 100 metros de una de las casas que posee el empresario en la ciudad. “La mayoría de los invitados irán al Finisterre, mientras que los más allegados se quedarán en la casa”, comenta una de las vecinas. Las personalidades que se hospeden en el NH tendrán a su disposición unas habitaciones totalmente equipadas, con vistas al mar y acceso al club deportivo que se encuentra al lado de este. Asimismo, contarán con maquilladores y peluqueros de Talents (Madrid), elegidos especialmente por Marta Ortega. Además de hospedar a los invitados, el hotel ha sido elegido para la preboda, el acontecimiento que marcará el comienzo de un fin de semana de lo más ajetreado y donde los novios pasarán junto a sus amigos y familiares sus últimas horas como solteros. En el pazo Drazo, situado en Anceis, las carpas calefactadas ya están en pie; los trailers aguardan en la entrada para empezar a descargar y operarios entran y salen constantemente bajo la atenta mirada de los guardias de seguridad. Al tratarse de una boda en el campo, la novia ha querido recrear un ambiente ‘village’, en el que habrá varios espacios, todo ello perfectamente decorado por Thierry Boutemy. Este florista francés, afincado en Bruselas, contó a la revista 'Vogue' que los arreglos florales están basados en la pintura de los primitivos flamencos. Y es que, todo apunta a que la sencillez será la tónica general de la boda. “Cuando Marta cumplió la mayoría de edad organizó una fiesta muy sencilla en el Playa Club de la Coruña, por lo que su boda seguirá esta misma línea”, afirma Marilé Fernandez, weeding planner gallega y gran conocedora de los gustos de la heredera. “Lo más seguro es que las flores sean pequeñas y vengan de fuera: Sudamérica, Sudáfrica u Holanda”. Un banquete gallego El menú correrá, a cargo de Casa Marcelo, amigos personales de Amancio Ortega, mientras que el servicio estará en las manos de los alumnos del Centro de Formación Profesional Compostela, en hostelería y gestión de cocina. Ramiro Esparís, director del centro, todavía no se lo termina de creer. “Han contado con nosotros para este evento de manera inesperada. Es un reconocimiento a los 45 años que llevamos formando especialistas. Les proporcionamos hace un mes contacto con los alumnos de los últimos cursos, que tienen experiencia en este tipo de eventos. El profesorado que imparte las clases seleccionó a unos 40 chicos de entre 18 y 20 años. Un día antes tendrá lugar el reconocimiento de lugar, para explicarles cómo funcionarán”, afirma en conversación con ‘Vanitatis’. Curiosamente, los Ortega solo han pedido varones, lo que demuestra que no quieren que nadie destaque entre el servicio. Según explica Marilé Fernández: “Las mujeres se maquillan, tienen el pelo corto, largo, de diferentes colores, con mechas. Los chicos pasan más desapercibidos”.