miércoles, 21 de marzo de 2012
‘Caso ERE’: El exchófer de Guerrero ratifica que compró cocaína para su jefe con ayudas públicas
La juez que investiga los ERE irregulares ha imputado siete supuestos delitos, entre ellos malversación, falsedad y cohecho, al chófer del ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero, Juan Francisco Trujillo, quien asegura que compró cocaína con parte de las ayudas públicas.
LAEDICION.NET.-:/ Redacción Twitter @LaEdicin.-Abogados personados en la declaración han informado a los periodistas de que Trujillo ha explicado a la juez Mercedes Alaya que no entraba en las reuniones oficiales de su jefe, Francisco Javier Guerrero, pero sí que iba de copas con él y sus amigos.
Luego llevaba a Guerrero en el coche oficial a su domicilio de El Pedroso (Sevilla), han añadido las citadas fuentes, que han precisado que el chófer ha ratificado su declaración de que con parte de las ayudas compró cocaína para su jefe y pagó fiestas y copas.
A la entrada esta mañana a los Juzgados de Sevilla, el abogado de Trujillo ya había dicho a los periodistas que su cliente no va a acogerse a su derecho a no declarar y va a responder a todo lo que le pregunte la juez Mercedes Alaya.
El ex director general de Trabajo se encuentra en prisión sin fianza desde el pasado sábado, cuando se convirtió en el primero del medio centenar de imputados y varios altos cargos de la Junta de Andalucía que es encarceado, y el pasado viernes la juez le impuso una fianza civil de 686 millones de euros para hacer frente a las futuras responsabilidades por su “ingente despilfarro de dinero público”.
Guerrero presumía del poder que tenía para conceder ayudas
“Guerrero presumía del poder que tenía para ofrecer ayudas”. Lo ha dicho durante su declaración que a estas horas sigue, Juan Francisco Trujillo, el exchófer del que fuera director general, Francisco Javier Guerrero, al que la juez ha imputado en total once delitos.
Tres delitos de obtención indebida de subvenciones, uno de falsedad en documento mercantil, un delito continuado de cohecho, uno de trafico de influencias, uno de inducción a la prevaricación, uno de malversación y tres de falsedad en documento oficial componen la larga lista de delitos que la magistrada acaba de imputar al chofer.
Al parecer el imputado, a petición de la juez Alaya, ha descrito la jornada laboral de Guerrero de la siguiente forma.”Cuando salía a mediodía de la Dirección General se iba a comer a un restaurante, luego a un bar de copas y allí despachaba los asuntos por la tarde”. En este sentido, Trujillo ha admitido que su exjefe quedaba en los bares de copas para despachar los asuntos y, luego, a los pocos días veía llegar a esas personas al despacho oficial. El chófer también ha asegurado que, a veces, Guerrero “se enfadaba” por la paralización de los pagos y ha dicho que, al menos en dos ocasiones, llevó a su antiguo jefe a la Consejería de Presidencia, entonces en manos de Gaspar Zarrías, y que de allí salió “muy enfadado”.
Trujillo ha admitido que él se daba cuenta de que las ayudas se daban a personas “cercanas a Guerrero o al PSOE” y también ha dicho que su exjefe despachaba con Antonio Fernández (exconsejero de Empleo) asi como con Agustín Barberá (exviceconsejero).
En cuanto a las subvenciones que el propio Trujillo recibió (por valor de 1350.000 euros) ha admitido que el exdiretor general se las ofreció en un bar de copas y le dijo que tenia que crear una sociedad. Y el entendió que le estaba invitando a montar una sociedad fantasma.
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