lunes, 30 de abril de 2012

Nuestra mejor hora

La lucha contra la crisis no se resolverá con enfrentamientos estériles, agitaciones callejeras o movilizaciones de pancarta. De la crisis saldremos, y de eso no tengo la menor duda, gracias al mejor capital que tiene España y que no es otro que todos nosotros: los españoles. Lo dijo hace unos días el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y creo que no se puede resumir mejor en una frase el espíritu de resolución y coraje que debe dominar en estos momentos la gestión de la situación económica española. En este sentido, creo que merece la pena recordar que hace muchos años, cuando su país atravesaba un momento de extrema gravedad y pesaba sobre él la incertidumbre de una guerra mundial, el primer ministro británico, Winston Churchill, se dirigió por radio a sus ciudadanos para decirles que sólo les podía prometer para el futuro “sangre, sudor, lágrimas y un esfuerzo extenuante”. Afortunadamente España no se encuentra hoy día amenazada por esos mismos peligros, pero sería tan absurdo como irresponsable no asumir que nuestro país atraviesa por una de las situaciones más complejas y peligrosas que hemos conocido a lo largo de nuestras vidas. Sin catastrofismos innecesarios ni forzados alardes teatrales, creo que todos debemos ser conscientes de que estamos ante una encrucijada histórica que demanda de todos nosotros el mejor de nuestros esfuerzos. Ante la gravedad del problema, el Gobierno está realizando reformas para reducir el déficit y contar con unas administraciones públicas saneadas y con una Sanidad y Educación más eficientes. Son medidas que deberían haberse adoptado hace mucho tiempo pero que no se hicieron porque los socialistas, que ahora tanto protestan, no quisieron o no supieron hacerlo. Gastaron sin freno ni tasa y encima ahora nos echan la culpa de la factura de sus derroches. Pero los españoles no votaron masivamente al Partido Popular para el enfrentamiento o la polémica, sino para pilotar la necesaria salida de la crisis. Para ello, se están poniendo en marcha una serie de reformas absolutamente imprescindibles y necesarias que, evidentemente, a nadie gusta adoptar, pero que hay que desarrollar porque no hay otra salida. Acostumbrados como hemos estado durante los últimos años a una gestión pública cómoda y engañosa consistente en negar la verdad a los españoles y lanzarles el mensaje de que todo iba estupendamente, hay muchos ciudadanos que se incomodan y se molestan por las medidas, pero creo que la mejor manera de resolver un problema es admitirlo, reconocer que existe, mirarlo de frente y ponerse manos a la obra, en lugar de mirar hacia otro lado y fabricar titulares edulcorados. Entre todos haremos lo necesario para que dentro de unos años, al repasar este momento histórico, puedan decir de nosotros, igual que dijo Churchill en aquel momento dramático, que esta fue “nuestra mejor hora”. Luis Rogelio Rodríguez Comendador Alcalde de Almería

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