miércoles, 20 de junio de 2012

El XXV Candil Rock no defraudó a sus seguidores



LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-La vigésimo quinta edición del Candil Rock, con su segundo concierto tributo a bandas míticas el pasado sábado, volvió a cumplir y satisfacer las expectativas tanto de sus seguidores incondicionales como de todos aquellos que se acercaron hasta Huércal de Almería atraídos por alguna de las actuaciones incluidas en el cartel de este año.

Con una afluencia regular de público entrando y saliendo, en función de los gustos, a lo largo de toda la noche, el Campo de Fútbol Villa San Pablo alcanzó los más de 1.500 espectadores en el punto álgido del concierto, que se desarrolló, como viene siendo habitual en sus últimas ediciones, con escrupulosa puntualidad y excelente ambiente, sin registrarse incidencia alguna, aparte de disfrutar de la música y la buena compañía, entre camisetas negras y perfectos looks heavy-rock, dejando patente la tan manida frase, que no menos cierta, de que “los viejos rockeros nunca mueren”.

La siempre difícil tarea de abrir el concierto y calentar los motores del aún escaso público y sin el arropo de los focos, todavía con la luz del día, a cargo de la banda local Sin Kobertura DF Rock fue un reto en el que los huercaleños se desenvolvieron sin problemas, cumpliendo su labor con suma eficacia ante sus incondicionales y calentando el ambiente con un magnífico directo para dar paso a los primeros grandes esperado de la velada, la banda tributo a Motörhead.

Los madrileños Motörhits dejaron patente sobre el escenario del Villa de San Pablo el por qué de su origen. Clon perfecto de la banda de Lemmy, no solo en la interpretación musical sino también en cuanto a la puesta en escena, decorados y caracterización de la banda británica, ofrecieron un recorrido por sus clásicos, llegando a engañar a más de uno de los allí presentes. “No hace falta cerrar los ojos para creer que estamos ante Motörhead”, fueron las palabras con los que los calificaba uno de los acérrimos fans del ya desaparecido grupo británico.

Al filo de la medianoche llegó el turno de los catalanes The Logical Sound que desgranaron uno a uno los temas más populares de Supertramp, destacando la buena consecución de sus acordes más personales y característicos –piano y saxo- para deleite del público más sinfónico del concierto.

La apoteosis final, alcanzándose la máxima afluencia de público durante este vigésimo quinto Candil Rock, llegó de la mano de los grandes triunfadores de la noche que hicieron hervir al más de medio millar de asistentes al ofrecerles la oportunidad de volver a disfrutar de lo que durante años fue el directo del grupo más influyente en el rock en castellano de la historia. El Rosendo de los primeros años de Leño, con su tradicional mono blanco, se materializó en el escenario para revivir los acordes que han marcado el rumbo de numerosas bandas de rock posteriores, ganándose sobradamente al público sin distinción de edad o afinidad musical, incluso a pesar de la “mala pata” Pablo Castelanottí, bajo eléctrico, en silla de ruedas a causa de una reciente intervención quirúrgica.

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