domingo, 15 de julio de 2012

Buenas noticias, por fin


Cuatro meses después de la reforma laboral se ha producido el mayor ascenso de cotizantes en los últimos cuatro años, lo que viene a demostrar que, con independencia de los ciclos de contratación puntual que puedan darse en esta época del año, todo apunta a que estamos en buena dirección de cara a la salida de la crisis. Y es que el paro ha bajado en España casi en 100.000 personas, en el mejor mes junio desde 1996. ¿Quiere decir esto que estamos en el principio del final de la tragedia del paro? Ojalá sea así, pero la prudencia y el sentido común aconsejan no sólo no lanzar campanas al vuelo, sino asumir que el camino que queda por recorrer será duro y largo para todos. Por citar algunos datos que corroboran lo que digo, mencionaré en concreto que, en junio de 2009, el desempleo se redujo en 55.250 personas, mientras que en 2010 bajó en 83.834 desempleados y en 2011, en 67.858 personas. Son hechos comprobables que nos permiten pensar en que la reforma laboral emprendida por el Gobierno del PP está sentando las bases de la generación de empleo indefinido y autónomo. Estamos sacando adelante un programa en el que creemos y que servirá para afrontar la crisis y solucionar los problemas de los españoles. De hecho, por primera vez en mucho tiempo el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo se situó al finalizar junio en 4.615.269 personas, tras bajar en junio en 98.853 desempleados y que con esta cifra se encadenan cuatro meses seguidos de generación de empleo. A diferencia del anterior y desastroso Gobierno socialista, que se pasó años anunciando brotes verdes e inminentes buenas noticias que jamás llegaron, el Gobierno de Mariano Rajoy ha reaccionado con extraordinaria prudencia y contenida satisfacción. Es decir, que ha reaccionado con el sentido común que tanto echábamos en falta los españoles. En ese contexto, creo que socialistas y sindicatos se equivocan cuando, a pesar de las cifras positivas, siguen empeñados en hacer una crítica frontal e inamovible a todas las medidas del Gobierno. Pero hemos llegado a una situación en la que no hay margen para partidismos a corto plazo a la hora de afrontar el tema del paro. La victoria contra el desempleo no será la victoria de un partido ni la derrota de otro. Ganar al paro es capital para España y los españoles. Por lo tanto, creo que lo que hay que hacer en estos momentos es alegrarse por cada parado que encuentra un empleo y por cada empresa que consigue mantenerse gracias a las leyes de pago a proveedores, porque todas esas pequeñas victorias, sumadas y unidas, son la base desde la que todos los españoles podremos mirar al futuro con esperanza y seguridad, por encima de planteamientos de corte partidista. Insisto en que estas nuevas cifras de paro no son, parafraseando a Winston Churchill, el principio del final. Esperemos que sean el final del principio.

Luis Rogelio Rodríguez Comendador
Alcalde de Almería

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