lunes, 16 de julio de 2012

Griñán: menos pelea y más trabajo

La situación de Andalucía, azotada por inasumibles cifras de paro y lastrada por una administración autonómica absolutamente ineficaz y más pendiente de mantener sus sillones que de esforzarse por cambiar esta dinámica, no admite ni un segundo más la absurda e innecesaria política de confrontación contra el gobierno central que propugnan Griñán y los suyos.
Los andaluces no necesitamos un presidente pendenciero que quiera obtener réditos dentro de su propio partido haciendo como que planta cara al ejecutivo de Rajoy. Los andaluces necesitamos una administración autonómica eficaz y centrada en la resolución del primer problema para miles de familias en toda Andalucía: el empleo.
Pero el bienestar y el progreso de los andaluces son cuestiones secundarias para el señor Griñán, más atento siempre a su propio futuro político que a otra cosa. Y así, por difícil que parezca, el señor Griñán lleva el disparatado camino de superar todos los registros de confrontación establecidos por Chaves y su gente contra el Gobierno de José María Aznar. A mi juicio, la verdadera razón de esta línea de actuación no es otra que la intención de PSOE e IUCA de enmascarar su incapacidad para hacer frente a la situación de Andalucía, supliendo el trabajo por peleas y confrontaciones fuera de lugar.
Esforzarse y trabajar siempre es mucho más incómodo que liarse la manta a la cabeza y pelear por todo, como esos futbolistas que están cada dos por tres tirados en el césped inventándose faltas en lugar de construir juego. Y eso es justo lo que está haciendo el señor Griñán cuando promueve recursos de inconstitucionalidad al decreto de racionalización del gasto sanitario o que quiera plantear otro contra las medidas de sostenibilidad de la Educación. Andalucía. Y no hay que descartar que en el futuro vengan más iniciativas similares.
Ya dijo en su día el propio Griñán que en este nuevo período legislativo la Junta de Andalucía iba a convertirse en una especie de barricada de contención contra Rajoy o no sé qué otra ocurrencia. Pero Andalucía no necesita este tipo de actuaciones, pensadas siempre en clave interna, sino políticos que sean capaces de administrar responsablemente la sanidad o la educación y sean capaces de crear un marco estable para el fomento del empleo y la promoción de la pequeña y mediana empresa. Ajeno a esa realidad, Griñán parece afectado por una tendencia patológica a culpar a los demás de lo que es única y exclusivamente responsabilidad suya y de su socio mudo y cómplice, el señor Valderas. Ellos dos son las cabezas visibles de un gobierno bipartito al que han bastado apenas unos meses para confirmarnos lo que muchos veíamos venir desde el primer momento: que son incapaces de arreglar esto y que se van a pasar unos años disfrutando de sus cargos mientras echan la culpa de todos los problemas al gobierno central. Ese es el presente y así va a ser el futuro, porque no dan para más. Ni saben, ni pueden y me atrevo a decir que tampoco quieren. Es mucho más agradecido asumir el papel de víctima que ha de hacer recortes “por obligación de otros” antes que por la bancarrota a la que nos ha conducido su ineficacia, sus derroches y, sobre todo, sus corruptelas. Pero toda esta impostura ya no cuela. Los andaluces sabemos bien quién ha metido la mano en la cartera y quién no es capaz de emprender las reformas que necesita Andalucía. Y una vez más, los damnificados de esta manera de hacer las cosas somos los andaluces, que hemos de asistir al bochornoso espectáculo de ver a nuestros gobernantes empecinados en el camino de la confrontación y no en el del trabajo. Lo que sea con tan de seguir a lomos del monstruo burocrático en el que viven instalados.


Javier Aureliano García
Secretario General del Partido Popular de Almería

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