(De
mi puño y tekla)
Es inadmisible que un presidente del Gobierno de España deba
tolerar a otro de Comunidad, concretamente de Cataluña, que no solo reclame una
ayuda de 5.000 millones de euros para pagar las nóminas de sus funcionarios y
otras deudas por su ineficaz administración, sino que además exija tal
cantidad, sin condiciones y bajo amenazas, como tampoco es de recibo
que el Estado Español deba mendigar prestamos en diversas entidades para la
creación de un fondo de 18.000 millones y dedicarlos a tapar despilfarros de
otras Comunidades en similares circunstancias.
Mariano Rajoy, que raramente contesta a una pregunta de forma concreta, está
muy acostumbrado a eludir y disculparse, recurriendo a la terquedad de los
hechos y culpando a terceros, pero sin comprometerse a afrontar la “reforma
integral del modelo de Estado”a la que le tiene pánico, por miedo a perder
todavía más prestigio del que ya ha dilapidado, si bien, el pretender que actúe como
un líder carismático es come podirle diplomacia al presidente de
Venezuela, Hugo Chavez. Ya resulta cargante el oirle repetir que
"desea lo mejor para los españoles".
Pronunciar el término “rescate” está prohibido en el PP, como en su
momento estuvo vedado en el PSOE la palabra “crisis”. El Ejecutivo,
cayendo nuevamente en el ridículo empeño de no llamar a las cosas por su
nombre, ha acuñado un nuevo apelativo para referirse al puñetero rescate,
pasando a definirlo como “nuevo mecanismo de ayuda”, cuya decisión de acogerse
a tal colaboración económica, deberá tomarse según la vicepresidenta única,
Soraya Saenz de Santamaría, con calma, prudencia, rigor y detalle, y si
por el eterno asesor monclovita Arriola fuera, habría añadido: tranquilidad,
serenidad, cordura y tiempo. Intentar postergar la decisión a la
celebración de las elecciones en al País Vasco y Galicia, puede acarrear las
mismas consecuencias negativas de lo ocurrido con las andaluzas de tan nefasto
recuerdo.
Como en España lo que nos sobran son sabios, por parte de la oposición,
Rubalcaba, ya se ha permitido soltar su cuota de despropósitos, entre el
que destaca que “solo apoyará un rescate que no suponga esfuerzos
adicionales”. ¿Pero en que país vive este amortizado y trasnochado político?
Alguien de su partido, debería haberle advertido que “los rescate
gratuitos no existen y por lo general cuestan mucho dinero y sufrimientos”. Una
vez más, el Secretario General del PSOE se ha superado a si mismo en el uso de
la demagogia.
Hay
que partir de la base que sin petición de rescate no habrá
dinero, y todo ello vinculado a la aceptación previa de una
“condicionalidad plena” de las exigencias de la U.E. con los consiguientes
recortes, aunque nadie nos explique de que forma llegará la ayuda al sector
privado. Nuestro gran problema estriba en la reducción del déficit,
que no puede superar el 6,3% del PIB en el 2012, algo que muy pocos ven
factible, por mucho que el Gobierno y sus voceros se cansen de asegurar. No
olvidemos que en Europa no se fían de nosotros, comenzando por las
Autonomías que difícilmente se ajustaran al 1,5% establecido. La subida del IVA
ha sido el último cartucho del Gobierno y por experiencia todos sabemos que la
tendencia de este impuesto es a reducir el consumo, y como
consecuencia descenso en la recaudación; de ahí, la citada desconfianza.
El Gobierno no quiere tener que recurrir a recortar la cuantía y duración del
seguro de paro y congelar las pensiones, pero lo triste es que tampoco es capaz
de articular un plan lo suficientemente eficaz para solucionar nestra
ruinosa situación.
Si
definitivamente se acepta el rescate con los consiguientes ajustes y
reformas,lo que sería un gran error es dejarlas a medias Lo suyo
sería ejecutarlas todas de una vez y completas, para no dilatar por más
tiempo la angustia que estamos viviendo, sin horizonte ni expectativas para
poder salir del maldito pozo. Rajoy no puede seguir con evasivas,
ejerciendo el tancredismo y manteniendo a los ciudadanos con medias
verdades, ya que lo único que consigue es incrementar el desconcierto hasta la
crispación. Tiene que proponerse hacer un esfuerzo y olvidarse de
la oposición en estos momentos. Rubalcaba solo promete pero en realidad no
tiene nada que ofrecer como de costumbre. Lo suyo sería ocuparse y arreglar las
cosas en su propio partido. El lunes les contó a los asistentes al Comité
Fderal que va a levantar "un muro enorme" frente a las medidas de los
populares. ¿No estaría pensando en el de las Lamentaciones?;
todo queda en frases huecas de trilero para salir del paso, pero sin el más
mínimo calado en la sociedad. Siempre las mismas mentiras pero con
distintas palabras. Además tendrá que lidiar con Carmen Chacón a la que
únicamente le preocupa, con toda la razón, que el "proceso de primarias",
tome cuerpo cuanto antes.
Todo parece indicar que estamos inmersos en un tremendo atolladero, y quienes
tienen que liberarnos de él, aparentemente no dan con la tecla o no saben
como hacerlo, lo que solo nos proporciona más años de retricciones antes de
poder salir a flote. Continuar fiándose de que al final todo termina
solucionándose por si solo (mantra de Arriola), es una perversidad, claro que
de nada nos sirve ponernos a llorar antes de recibir el golpe. Y a todo esto,
unas cuantos miles de vascos remando en tierra en el boulevard de San
Sebastián, reivindicando que liberen a otros 13 Bolinagas más....¡¡Que pais!!
Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
No hay comentarios:
Publicar un comentario