Derriban más de una decena de chabolas de inmigrantes

La destrucción fue notificada en julio por el Ayuntamiento · Asociaciones sociales solicitan una alternativa para los 120 inmigrantes que se quedarán sin hogar

LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-Más de un centenar de inmigrantes, en su mayoría de origen magrebí, conviven en la periferia de El Ejido en chabolas, cuyo derribo ha comenzado hace varios días tras ser notificado "por el Ayuntamiento de El Ejido en el mes de julio que les desalojarían", afirmaba Francisco Sánchez, miembro del Movimiento 15M, una de las asociaciones sociales y políticas que conforman la Plataforma por los Derechos y la Justicia Social de Almería, entre ellas, Almería Acoge, Izquierda Unida, y SOC-SAT, que ha denunciado dicho derribo dado que "es cierto que esta situación no se puede permitir, dado que así no pueden vivir, pero si les quitan lo único que tienen han de darles una alternativa, una solución para que vivan dignamente", añade. Un derribo al que se enfrentan los tres asentamientos de la periferia de la localidad, en Tierras de Almería, tras el Hospital de Poniente, y uno denominado la Balsa. Ya se han derribado más de una decena de chabolas, espacios carentes de suministro eléctrico y agua corriente, cuyas paredes y puertas son maderas, plásticos y chatarra, y que estos inmigrantes convierten en su hogar. Para conseguir agua han de trasladarse uno 8 kilómetros para cogerla de una balsa y la luz la tiene al pinchar un poste eléctrico.

Se derribaron siete chabolas la semana pasada "del asentamiento limítrofe al Hospital de Poniente y el último derribo fue hace dos días, en la zona conocida como la Balsa, donde incluso había enseres, aunque no se sabe si estaban habitadas o si al finalizar la campaña agrícola se marcharon", añade. En cuanto al número de afectados por estos derribos, "son en torno a 70 en estos meses y unos 120 en plena campaña agrícola", sostiene Spitou Memdy, portavoz del SOC-SAT. Estos asentamientos, al menos los de Tierras de Almería "existen desde el año 2007 porque se trata de un movimiento continuo. Cuando les desalojan de un sitio van en busca de otro", continúa declarando. Desde la plataforma buscan una solución para estas personas, de cuya situación culpan a los propietarios de los terrenos en los que se ubican dichas chabolas por ser quienes han solicitado el derribo, y a los agricultores dado que "al final es un círculo vicioso. Ellos trabajan sin contrato, algo que aprovechan los agricultores porque reducen costes de producción; les pagan sólo 20 euros el día entero dentro de un invernadero, y los trabajadores pierden sus papeles y no pueden alquilar una casa por no tener contrato", afirma Sánchez. Aunque no acusan directamente al Ayuntamiento de ser el "artífice" de dichos derribos sí que manifiestan que "en cada derribo están presentes agentes de la Policía Local por ello, aunque no sabemos si la orden sale de allí, sí que al menos han de ser conscientes de que estos derribos se están produciendo", añade.