LAEDICION.NET.-:/ Redacción.- (ACNUR/UNHCR) – La actriz española Elena Anaya, acaba de
regresar de Etiopía, donde ha tenido la oportunidad de conocer de primera mano
la situación de los refugiados somalíes y sudaneses, acogidos en campos de
refugiados gestionados por ACNUR en las regiones de Dollo Ado y Assosa, al
sureste y noroeste del país respectivamente.
En una misión
de una semana de duración, Elena Anaya y
el prestigioso director y guionista Fernando León de Aranoa, quien ha
documentado el viaje de la actriz y la vida en los campos, han podido
recabar información sobre la operación de asistencia humanitaria que la Agencia
de la ONU para los Refugiados lleva a cabo junto con sus socios colaboradores
en dos regiones remotas de Etiopía, que meses atrás eran testigo de la llegada
diaria de miles de refugiados que huían de la guerra, la violencia y la
inseguridad alimentaria en sus países.
En la región
de Dollo Ado, donde ACNUR ha levantado cinco campamentos que acogen a más de
170.000 refugiados, Elena Anaya y Fernando León pudieron visitar un centro de tránsito, junto a la frontera con Somalia,
donde se hace un primer registro de refugiados, y hablar con algunos de los que
acababan de cruzarla frontera, débiles y exhaustos.
“Ha sido sobrecogedor conocer la historia de
esta mujer, que te mira a los ojos y te cuenta que salió de su país hace días,
con un bebé a la espalda y dos hijos pequeños, sin comida ni agua durante los
dos últimos días de trayecto”, comentaba la actriz española tras
entrevistarse con Sumaia, una refugiada somalí cabeza de familia. Elena Anaya
pudo acompañarla en su traslado en autobús hasta el campo de refugiados de
Buramino, donde ACNUR le entregó materiales de ayuda humanitaria y un refugio
temporal.
Tras visitar
los campos de Buramino y Kobe en la región de Dollo Ado y conocer el día a día
de los refugiados, así como los proyectos dirigidos a menores y mujeres, el
equipo se desplazó a la región de Assosa, en el noroeste del país, donde los
combates entre el Movimiento Popular para la Liberación de Sudán (MLPS) y el
gobierno de Jartum en los disputados estados fronterizos de Nilo Azul, Kordofán
del Sur y Abyei han provocado la huida
de más de 250.000 refugiados sudaneses hacia Sudán del Sur y Etiopía.
Con la
repatriación voluntaria de los últimos refugiados sudaneses en la región etíope
de Assosa, que se inició tras la firma de los acuerdos de paz en 2005, ACNUR
daba por finalizada la operación de retorno a comienzos de 2011 y echaba el
cierre a los campos, pero la reanudación del conflicto entre Sudán y el recién
creado país, Sudán del Sur, obligó a la Agencia de la ONU para los Refugiados a
volver a rehabilitar y crear nuevos espacios para acoger a 40.000 refugiados
sudaneses llegados durante los últimos meses.
“Estamos
viendo caras conocidas entre los refugiados que llegan buscando protección y un
lugar seguro a éste lado de la frontera” dijo Guindo Mahamadou, responsable de
campo ACNUR en Bambasi, el campo más joven creado en julio de 2012. Se trata de
personas para quienes la experiencia del exilio no es nueva y que vivieron
durante años como refugiados en estos mismos campos de la región antes de
retornar voluntariamente a Sudán.
“Ha sido muy importante para mí poder ver
con mis propios ojos las carencias y necesidades de los refugiados, que ellos
mismos me han trasladado y que son muchas, pero también el verdadero
significado de lo que es la ayuda humanitaria y su tremendo impacto” dijo la
actriz española.
Elena Anaya,
ganadora del Goya 2012 como mejor actriz en la película de Pedro Almodóvar “La
piel que habito”, está colaborando con ACNUR para apoyar la causa de los
refugiados, conocedora de que en el mundo hay más de 43 millones de personas
desplazadas por conflictos, muchas de las cuales dependen de la ayuda
humanitaria para sobrevivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario