Los dos exconsejeros de CCOO en el Banco Financiero y de
Ahorros, Francisco Baquero y Pedro Bedia, han sido los encargados hoy de
declarar ante el juez Fernando Andreu en la investigación de la Audiencia
Nacional sobre la fusión y salida a Bolsa de Bankia. En sus testimonios, ambos
han coincidido en eludir responsabilidades al tiempo que se suman a las críticas
del antiguo equipo gestor a Deloitte .
LAEDICION.NET.-:/
Redacción.-Según publica Servimedia, que cita fuentes jurídicas, Bedia
ha explicado durante su declaración que en la reunión que la Comisión de
Auditoría, de la que era miembro, celebró el pasado 26 de marzo estuvo presente
el socio de la auditora Deloitte Francisco Celma, que habría comentado estas
“cuestiones pendientes” de pasada, sin poner énfasis en los problemas
contables, y no como advertencias sobre la solvencia del banco.Según esta versión, Celma, que deberá declarar como testigo ante el juez Andreu, citó la valoración de las acciones de Bankia en BFA y los créditos fiscales de pasada entre otros más de diez puntos con los que contaba el orden del día de la reunión de la Comisión de Auditoria.
Tras esta reunión el consejo de administración aprobó las cuentas, que arrojaban un beneficio de 300 millones de euros. Poco después, debieron ser reformuladas con unas pérdidas de 3.000 millones tras la negativa de Deloitte a firmar las iniciales.
Por su parte, Francisco Baquero, ha explicado que las reticencias planteadas por Deloitte en la Comisión de Auditoria no llegaron al consejo de administración cuando se aprobaron los primeros números el pasado 28 de marzo. El exconsejero, que ha reconocido no tener formación académica, ha señalado que no se enteró de ellas hasta que se plantearon las nuevas cuentas con la llegada de Goirigolzarri.
En ese sentido, ha asegurado que el anuncio produjo sorpresa entre los consejeros, pero que las nuevas cuentas se aprobaron por “responsabilidad” y como gesto de confianza hacia el nuevo presidente.
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