Lirola denuncia que hay profesores que no van a clase y que ejercen el abuso de poder sin que ni el jefe de servicios ni el Defensor Universitario tomen cartas en el asunto
LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-El profesor Jorge Lirola se ha
reincorporado a su puesto en la Universidad de Almería, después de que el
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) dictara una sentencia
invalidando la sanción que le había impuesto el rector, Pedro Molina, de
suspensión de empleo y sueldo tres años y cuatro meses.
Lirola ha comenzado su nueva etapa ofreciendo una conferencia sobre la “Educación en valores”, y en ella realizó nuevas denuncias sobre la degración de la UAL. Así, por ejemplo, refirió una conversación mantenida con Juan Luis López Cruces, actual catedrático de Griego y compañero de Lirola cuando ambos estudiaban en esta misma universidad, en la que hablaron del vicerrector José Guerrero, el “hombre fuerte” del actual equipo de Gobierno de Molina. En esta charla que contó por ser “muy significativa”, dijo que “le recordé, que hiciera memoria cuando estudiábamos por ejemplo con Pepe Guerrero, y no nos daba clases, y cuando venía a clase era mejor que no hubiera venido porque a lo que se dedicaba era a sacar a las chicas a la pizarra, a nuestras compañeras, y decirle borderías”.
Lirola afirma que la contestación de López fue “ya funciona todo mejor, porque Pepe Guerrero no tiene que dar clases”, a lo que él añade que “no tiene que dar clases porque es uno de los que nos gobierna, así que imaginaos que tiene que estar haciendo desde su puesto de responsabilidad de gobierno”.
En su charla denunció que hay profesores que no van a clase y que también se ejerce el abuso de poder, ante lo cual la respuesta es la “represión” de quien lo denuncia.
“Desde el primer inspector de servicios que tuvimos aquí, Nazario Yuste, hasta el último, Antonio Sánchez Cañadas, lo que me he encontrado es que en lugar de preocuparse de mejorar los servicios que presta la Universidad de Almería, ha sido la represión” afirmó Lirola, quien reconoció que “ambos me han sancionado” y que lo han hecho “por un supuesto trato irrespetuoso”. En ese sentido quiso poner en evidencia que Sánchez Cañadas tenga publicado un estudio sobre la represión de los maestros durante el franquismo “y se dedique a hacer eso mismo, reprimir a los que ahora exigimos memoria y dignidad”.
Las críticas de Lirola también han ido al Defensor Universitario, Antonio Pulido, quien debería llamarse en su opinión “Defensor del rector” porque ha ido “a defender al administrador frente a los administrados”.
Otro que no se salvó fue el presidente del Consejo Social, Joaquín Moya Angeler, que “ha estado echando balones fuera” y tiene que “entrar” en esta cuestión porque en el futuro serán estos órganos los que nombre a los rectores.
El profesor arremetió también contra el fiscal jefe Antonio Pérez Gallegos quien “se está negando” a tomar cartas en el asunto de la corrupción universitaria según asegura, ya que fue éste quien archivó la denuncia que presentó contra el rector por la adjudicación de la cátedra de Árabe. Precisamente el hacer pública esa denuncia fue lo que motivó la sanción de Molina.
Antonio Luis García Valverde, el juez que le negó el derecho a reclamar, también fue objeto de críticas por parte de Lirola.
El profesor, que reconoció temer una tercera sanción, afirmó que no se iba a callar y que seguiría denunciado la corrupción que hay en la Universidad de Almería.
Lirola ha comenzado su nueva etapa ofreciendo una conferencia sobre la “Educación en valores”, y en ella realizó nuevas denuncias sobre la degración de la UAL. Así, por ejemplo, refirió una conversación mantenida con Juan Luis López Cruces, actual catedrático de Griego y compañero de Lirola cuando ambos estudiaban en esta misma universidad, en la que hablaron del vicerrector José Guerrero, el “hombre fuerte” del actual equipo de Gobierno de Molina. En esta charla que contó por ser “muy significativa”, dijo que “le recordé, que hiciera memoria cuando estudiábamos por ejemplo con Pepe Guerrero, y no nos daba clases, y cuando venía a clase era mejor que no hubiera venido porque a lo que se dedicaba era a sacar a las chicas a la pizarra, a nuestras compañeras, y decirle borderías”.
Lirola afirma que la contestación de López fue “ya funciona todo mejor, porque Pepe Guerrero no tiene que dar clases”, a lo que él añade que “no tiene que dar clases porque es uno de los que nos gobierna, así que imaginaos que tiene que estar haciendo desde su puesto de responsabilidad de gobierno”.
En su charla denunció que hay profesores que no van a clase y que también se ejerce el abuso de poder, ante lo cual la respuesta es la “represión” de quien lo denuncia.
“Desde el primer inspector de servicios que tuvimos aquí, Nazario Yuste, hasta el último, Antonio Sánchez Cañadas, lo que me he encontrado es que en lugar de preocuparse de mejorar los servicios que presta la Universidad de Almería, ha sido la represión” afirmó Lirola, quien reconoció que “ambos me han sancionado” y que lo han hecho “por un supuesto trato irrespetuoso”. En ese sentido quiso poner en evidencia que Sánchez Cañadas tenga publicado un estudio sobre la represión de los maestros durante el franquismo “y se dedique a hacer eso mismo, reprimir a los que ahora exigimos memoria y dignidad”.
Las críticas de Lirola también han ido al Defensor Universitario, Antonio Pulido, quien debería llamarse en su opinión “Defensor del rector” porque ha ido “a defender al administrador frente a los administrados”.
Otro que no se salvó fue el presidente del Consejo Social, Joaquín Moya Angeler, que “ha estado echando balones fuera” y tiene que “entrar” en esta cuestión porque en el futuro serán estos órganos los que nombre a los rectores.
El profesor arremetió también contra el fiscal jefe Antonio Pérez Gallegos quien “se está negando” a tomar cartas en el asunto de la corrupción universitaria según asegura, ya que fue éste quien archivó la denuncia que presentó contra el rector por la adjudicación de la cátedra de Árabe. Precisamente el hacer pública esa denuncia fue lo que motivó la sanción de Molina.
Antonio Luis García Valverde, el juez que le negó el derecho a reclamar, también fue objeto de críticas por parte de Lirola.
El profesor, que reconoció temer una tercera sanción, afirmó que no se iba a callar y que seguiría denunciado la corrupción que hay en la Universidad de Almería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario