LAEDICION.NET.-REDACCIÓN.-Manzanos, perales,
membrilleros, nísperos, acerolos, higueras, granados, chumberas… son algunos de
los frutales minoritarios que aunque a una escala muy reducida, también se
cultivan en la provincia de Almería, y que por su forma de cultivo y su
dispersión, son difíciles de cuantificar, tanto en extensión como en
producción.
Según los datos recabados por el
Departamento de Estudios y Estadística la Delegación Territorial de
Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, los denominados ‘frutales no cítricos’
ocuparon el pasado año 380 hectáreas (517 en 2011), en las que se cosecharon
casi 2 millones de kilos (3,3 millones en 2011), que alcanzaron un valor total
de 1,8 millones de euros, 600.000 menos que el año anterior. Aunque la
superficie y la producción descendieron, los precios medios, en cambio,
crecieron y pasaron de 0,7 euros el kilo a casi 1 euro.
Entre estos frutales ‘minoritarios’,
por su extensión, destaca la chumbera, con 72 hectáreas de secano y una
producción estimada de 166.000 kilos, que alcanzaron un valor total de casi
148.000 euros. En cambio, el frutal minoritario que más facturó fue el cerezo,
que con solo 20 hectáreas en cultivo y una cosecha de 95.000 kilos, obtuvo un
valor 261.000 euros, con un precio medio de 2,7 euros el kilo.
Tras la chumbera, el cultivo
minoritario con más superficie en la provincia es la higuera, que con 41
hectáreas produjo 77 toneladas de higos y facturó 146.300 euros. El
melocotonero es el tercer frutal no cítrico por presencia en la provincia, con
37 hectáreas; le sigue el albaricoquero, con 31. El manzano cuenta con 29
hectáreas, el peral con 26, el granado 24, y el membrillero con 22 hectáreas.
Superficies más modestas ocupan el
níspero (9 hectáreas), la nectarina (5), el aguacate (3) y el acerolo ,el
serbal y otros, como el azufaifo, el guayabo, el kaki, el grosellero y el
moral, con una superficie global de unas 2 hectáreas.
Los agricultores que cultivan este tipo
de frutales, según el delegado territorial de la Consejería de Agricultura,
Pesca y Medio Ambiente, José Manuel Ortiz, suelen ser en su mayor parte horticultores
que, al tiempo que cultivan productos hortofrutícolas intensivos, experimentan
con nuevas variedades de frutales -como es el caso del ciruelo-, con el fin de
buscar productos más comerciales.
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