jueves, 28 de febrero de 2013

El juez destaca el "trabajo y el estrés tremendo" del caso Bretón


Rodríguez Lainz lamenta la filtración de datos relevantes sobre la investigación del doble asesinato
LAEDICION.NET.-Durante meses, el magistrado José Luis Rodríguez Lainz, de 45 años, ha intentado permanecer ajeno a todo cuanto se ha publicado de la investigación contra José Bretón, el padre que se enfrenta a 40 años de prisión por asesinar supuestamente a sus dos hijos. El magistrado, cuya imagen se ha hecho muy popular en las páginas de los periódicos y en los programas de televisión a su pesar, nunca ha hecho declaraciones delante de las cámaras; tampoco detrás, como acostumbran otros magistrados que juegan con la popularidad. Rodríguez Lainz rompió ayer su silencio durante una conversación informal -no quiere conceder entrevistas- en la que confesó el "trabajo y el estrés tremendo" que le ha supuesto la instrucción de la causa por doble asesinato de los pequeños Ruth y José. "¿Puede haber algo más laborioso que este caso?", respondió al ser preguntado si la instrucción que cerró hace dos semanas ha sido la más laboriosa de su carrera.

El rostro de Rodríguez Lainz se hizo popular el 21 de octubre de 2011, cuando ordenó la reconstrucción de los movimientos que Bretón habría hecho desde que llegó al circuito deportivo del Parque Cruz Conde hasta que, según la versión del procesado, perdió de vista a los pequeños. Se criticó en su momento que el magistrado hubiera arrojado al padre de los niños a las fauces de los medios de comunicación. Las imágenes, repetidas hasta la saciedad, muestran a un Bretón impasible abucheado y vapuleado por los curiosos. El juez, a su lado, permanece firme, seguro, convencido, una imagen que lo hacía parecer distante a todo lo que se decía.

Pero en sus escuetas palabras de ayer reconocía que la presión mediática y las filtraciones han sido factores a tener en cuenta durante estos meses. "No me hablen de filtraciones", respondió en tono jocoso a los medios de comunicación presentes en la conversación. El magistrado recordó especialmente lo ocurrido a principios del pasado junio, cuando una filtración dio al traste, días antes de que empezar a realizarse, con una prueba que había preparado durante varias semanas. El 4 de junio trascendió a la opinión pública que el magistrado había ordenado un nuevo registro con maquinaria pesada en la parcela propiedad de los padres de Bretón en finca Las Quemadillas, cuya fachada ha sido reproducida sin cesar en infinidad de informativos y páginas.

Rodríguez Lainz decretó el secreto de sumario y, al comprobar que la prueba había ya trascendido, levantó el secreto y ordenó el precinto de la fincar y su custodia por 40 polícías, en tres turnos y durante 24 horas. Todo ello, "con el dinero del contribuyente" y "mientras se quitaban patrullas" de la calle, asumió. "Ya de lo que sucedió en agosto, ni hablo", resumió al referirse a la repercusión que tuvieron los exámenes forenses que concluyeron que los huesos recuperados en Las Quemadillas pertenecían a seres humanos.

Rodríguez Lainz ha dedicado toda su vida al Derecho. Su primer destino, en el año 92, fue el juzgado de primera instancia e instrucción número 3 de Écija. Más tarde se hizo cargo del primera instancia 8 de Huelva, hasta que en el año 99 consiguió destino como titular del cuarto juzgado de instrucción de Córdoba, donde aún continúa. Tras 16 meses de instrucción, Rodríguez Lainz dio carpetazo a la investigación hace dos semanas con el auto de apertura del juicio oral. El caso está ya en manos del magistrado de la Sección Tercera de la Audiencia Pedro Vela, a quien el instructor definió como "un profesional como un castillo de grande y una maravillosa persona".


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