El presidente del Gobierno y líder del Partido Popular, Mariano
Rajoy, negó el sábado con contundencia las acusaciones aparecidas en medios de
comunicación que insinuaban que él y otros dirigentes de su partido habrían
recibido durante años pagos irregulares de una contabilidad secreta.
LAEDICIONDIRECTOR.-REDACCIÓN.-"Sólo necesito dos palabras: Es
falso", dijo Rajoy en una comparecencia televisada a los líderes del PP
reunidos el sábado en una sesión extraordinaria sobre las sospechas de
corrupción."Todo lo que se ha dicho y todo lo que se puede insinuar es falso. Lo digo con toda serenidad", dijo Rajoy en un discurso de 15 minutos ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP en su sede madrileña de Génova. Rajoy no admitió posteriormente preguntas de los medios.
El presidente del Gobierno dijo que el partido será totalmente transparente y anunció que la próxima semana publicará en la página web de La Moncloa sus declaraciones de la renta y de patrimonio para aclarar un escándalo de grandes dimensiones que ha minado su credibilidad en unos momentos en los que España lucha por salir de una profunda crisis económica.
Rajoy dijo que desconocía de dónde salía la información de las acusaciones de pagos irregulares que consideró un ataque para crear una situación de zozobra e inestabilidad en unos momentos particularmente delicados.
"Si alguien piensa que a este partido se le pueda amedrentar con técnicas de agitación, también se equivoca", dijo Rajoy, que no piensa dimitir ni abandonar su tarea de sacar a España de la crisis.
"Este Gobierno tiene un rumbo marcado para su tarea, y yo os aseguro que no se va a torcer. Lo digo porque estamos en el buen camino", señaló.
PAPELES CONTABLES MANUSCRITOS
El escándalo de los papeles alcanzó proporciones de "alarma social", según algunos políticos, después de que el diario El País publicase el jueves una supuesta contabilidad B manuscrita de dos ex tesoreros del PP, uno de ellos el ex senador Luis Bárcenas, imputado en la trama de corrupción Gürtel que se investiga en la Audiencia Nacional.
La información de El País se sumaba al diario El Mundo en la publicación de detalles del denominado "escándalo Bárcenas", citando fuentes dentro del PP y aportando copias manuscritas de la supuesta contabilidad secreta procedente de donaciones de constructores y otros empresarios.
"Nunca he recibido ni repartido dinero negro ni en este partido ni en ninguna parte", afirmó Rajoy, añadiendo que el partido se iba a defender, aunque no especificó cómo.
"La sombra de la sombra de un indicio manipulado no puede servir para que cualquier español pierda la presunción de inocencia. En caso contrario acabaremos viviendo en un país inhabitable", dijo el presidente.
En el exterior de la sede del PP se congregaron decenas de manifestantes por tercera jornada consecutiva en medio de unas intensas medidas de seguridad, con una veintena de vehículos policiales desplegados en una calle de Génova cortada al tráfico, y donde se escucharon gritos de "dimisión" y "ladrones".
El líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo que Rajoy había ligado su suerte al caso Gürtel, una red de corrupción política vinculada al PP, y en concreto al imputado ex tesorero y ex senador Luis Bárcenas.
"Lo que me pregunto es si un país como España puede tener un presidente del Gobierno cuya suerte está ligada a un ex tesorero, Luis Bárcenas, que tiene una cuenta de 22 millones de euros en suiza", dijo Rubalcaba.
RECORTES Y POPULARIDAD
Rajoy, de 57 años, ha pedido sacrificios a los españoles para soportar los severas recortes que su Gobierno ha aplicado para reducir el alto déficit público que el año pasado amenazó con llevar al Estado a la bancarrota y obligarle a solicitar un humillante rescate internacional.
Su popularidad ha caído durante sus 13 meses en el gobierno mientras sus medidas de austeridad han agravado la profunda recesión del país, que ha alcanzado la cifra récord de casi seis millones de desempleados, un 26 por ciento de la población activa.
El Partido Popular cuenta con una mayoría absoluta en el Parlamento y hasta ahora no ha mostrado señales de división interna que podría permitir a la oposición presentar una moción de censura.
El PP ya anuncio esta semana que encargaría una auditoría externa de sus cuentas.
La Fiscalía Anticorrupción dijo el viernes que estaba investigando los supuestos pagos irregulares a dirigentes del PP. Si los fiscales encuentran indicios de delito remitirán el caso a la Audiencia Nacional, que deberá decidir si abre una investigación judicial, el primer paso para un posible juicio penal.
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