CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
Los populares aceptan detallar los gastos de la Jefatura del Estado ligados a los ministerios
LAEDICION.NET.-Ante la reclamación unánime del resto de
grupos parlamentarios, el Grupo Popular ha flexibilizado su postura y ha
admitido incluir algunas partidas que afectan a la Casa del Rey en la nueva ley
de Transparencia. Se trata de las denominadas «administrativas», aquellas que
dependen de los distintos ministerios pero que se traducen en servicios
prestados a la Casa del Rey. Podrán conocerse así más detalles sobre los gastos
relativos a los viajes y visitas oficiales de la Casa del Rey ya que dependen
del Ministerio de Asuntos Exteriores, de su Servicio de Seguridad —adscrito al
Ministerio del Interior— o de la Guardia Real —dependiente de Defensa— además
del desembolso en vehículos oficiales y conductores de que hace uso la Casa del
Rey y que gestiona el Parque Móvil. La opinión pública también accederá a mayor
información sobre el coste del personal al servicio de la Corona que se
encuentra adscrito al Ministerio de la Presidencia o sobre el uso de los
inmuebles que haga la Familia Real siempre que dependan de Patrimonio Nacional.
Escepticismo en IU
El anuncio lo hizo ayer el secretario general del Grupo Popular en
el Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro, en una entrevista concedida a Ep,
en la que reconoce no obstante que esta cesión puede no ser suficiente para
lograr un acuerdo con el resto de los grupos que reivindican el desglose
completo del presupuesto que la Jefatura del Estado recibe anualmente para su
mantenimiento. Algo a lo que se niegan tanto el Gobierno como el Grupo Popular
insistiendo en que la Constitución otorga al Rey el derecho de distribuir
«libremente» el presupuesto que recibe del Estado. Es más, el Palacio de la
Zarzuela ya comunica desde hace tres años la distribución de esta partida por
capítulos, ofreciendo más información que muchas de las instituciones que
reciben financiación pública. Bermúdez de Castro mantuvo ayer esta idea en la
entrevista.
La mera inclusión de partidas que afectan a la Casa del Rey en la
nueva ley de Transparencia es un avance impensable hace tan solo unos meses. La
posición del Ejecutivo desde que el borrador de esta normativa echó a andar ha
sido siempre la de mantener a la Jefatura del Estado al margen, siguiendo el
modelo de la Casa Real británica —la más antigua de Europa— que no está
sometida a la «Freedom of Information Act» que regula el acceso a la
información de las autoridades públicas en aquella nación. Pese a la presión
popular, y por boca de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de
Santamaría, el Ejecutivo de Rajoy siempre defendió que la Casa del Rey debe
estar al margen de la nueva legislación al no pertenecer a la Administración
Pública.
Sin embargo, fuentes de la dirección federal de Izquierda Unida se
mostraron bastante escépticas con el anuncio de Bermúdez de Castro que
consideraron «difícilmente creíble hasta que esté sobre el papel» después de
que durante las últimas legislaturas tanto el Partido Popular como el Partido
Socialista hayan votado en contra de detallar estas mismas partidas cuando el
grupo que coordina Cayo Lara lo ha solicitado.
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