miércoles, 6 de marzo de 2013

Hugo Chávez muere de cáncer y termina una era en Venezuela


LAEDICION.NET.- El presidente venezolano, Hugo Chávez, falleció el martes tras batallar casi dos años contra un cáncer, en un desenlace que conmociona al país caribeño y abre las puertas a unas elecciones que pondrán a prueba la supervivencia de su revolución. Tenía 58 años.
El canciller Elías Jaua informó que se convocarán elecciones en 30 días y que el vicepresidente Nicolás Maduro ocupará la presidencia de manera temporal.
La muerte del líder socialista que gobernó por 14 años se produjo apenas dos semanas después de haber retornado a su país tras una larga hospitalización en Cuba, donde fue operado cuatro veces tras detectársele un tumor en la zona pélvica en 2011 que marcó el inicio de un proceso que tuvo en vilo a Venezuela.
El anuncio que cerró una era en la nación con las mayores reservas de crudo del mundo estuvo a cargo de Maduro, elegido por Chávez como su heredero político, poco después de una reunión entre la cúpula política y militar de la nación.
"Recibimos la información más dura y trágica que podamos transmitir. A las 4.25 de la tarde de hoy 5 de marzo ha fallecido el presidente Hugo Chávez Frías", dijo Maduro con la voz quebrada y lágrimas en los ojos desde el Hospital Militar de Caracas, que permanecía bajo fuerte resguardo de seguridad.
"Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos y a partir de este momento he prohibido llorarlo", dijo tajante Maduro al terminar su mensaje.
La noticia estremeció a los venezolanos y el impacto resonó a lo largo de América Latina, desde Ciudad de México a Buenos Aires, donde algunos gobernantes declararon varios días de duelo nacional al tiempo que anunciaron que viajarían a Caracas para asistir a los funerales.
El ministerio de Exteriores Jaua detalló que la ceremonia fúnebre, en presencia de los jefes de Estado de la región, se celebrará el viernes y dijo que todavía no se define el sitio de la sepultura.
El Gobierno decretó siete días de luto y suspendió las clases a todo nivel durante el resto de la semana, mientras reiteraba los llamamientos a la paz y tranquilidad.
"Que nadie trate de convencernos de que Chávez no está (...) nos estará acompañando por siempre", dijo el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. "Se nos acaban las lágrimas de tanto llorar, pero quienes estamos aquí tenemos que salir a la calle a lavar las lágrimas del pueblo", declaró.
En las calles de Caracas muchos seguidores de Chávez daban rienda suelta a su dolor, mientras opositores preguntaban a través de carteles quién gobernará al país.
Una periodista de la cadena colombiana RCN fue agredida por simpatizantes de Chávez en las afueras del hospital militar. La corresponsal resultó con un corte en la cabeza.
Chávez, un ex teniente coronel de paracaidistas que irrumpió en la historia venezolana como líder de un fallido golpe de Estado en 1992, exacerbó divisiones en su país y en la región.
Adorado por millones de pobres a quienes salpicó por primera vez con los petrodólares venezolanos, era aborrecido por sus críticos que cuestionaban las frecuentes nacionalizaciones y su concentración de poder.
Pero el anuncio de su muerte causó profundo pesar entre los caraqueños.
"Yo lo esperaba, decía que no se iba a recuperar. Lo admiraba, para mí era un hombre excelente", dijo entre sollozos Aleida Rodríguez, ama de casa de 50 años.
El tráfico en la ya de por sí caótica capital colapsó de inmediato y hubo problemas para comunicarse por teléfono. Varios comercios y fábricas de la capital cerraron anticipadamente por temores de que haya violencia en la calle.
Maduro dijo que la policía se desplegará en todo el país, mientras las Fuerzas Armadas le ofrecieron su respaldo. La estatal PDVSA garantizó el abastecimiento de combustible en todo el país y pidió evitar compras nerviosas.
Chávez murió poco después de haber ganado su cuarto mandato presidencial consecutivo. El cáncer le impidió asumir su cargo y extender a casi dos décadas el modelo socialista que instauró basado en la enorme renta petrolera local.
"No tengo palabras. Eternamente, GRACIAS! Fuerza! Debemos seguir su ejemplo. Debemos seguir construyendo PATRIA! Hasta siempre papito mío!", escribió su hija María Gabriela en su cuenta de Twitter.
Fue también líder de un grupo de presidentes izquierdistas, entre ellos Rafael Correa, de Ecuador; Evo Morales, de Bolivia y Daniel Ortega, de Nicaragua.
TRANSICIÓN
Las elecciones adelantadas podrían ser una inédita prueba para el movimiento creado por Chávez en la polarizada atmósfera política del país.
En su función de encargado de las riendas del país, Maduro ha intentado garantizar la unidad entre las heterogéneas corrientes oficialistas, que incluyen desde militares hasta radicales de izquierda, galvanizadas y alineadas por la figura de Chávez.
La muerte de Chávez pone a la nación de 29 millones de habitantes nuevamente en la encrucijada -como en los comicios de octubre- entre continuar con su revolución socialista o moderar la marcha. Pero esta vez sin el hombre fuerte de los últimos años.
Maduro, un ex conductor de autobús y sindicalista de 50 años, tendrá la responsabilidad de liderar la transición de la fuerza chavista y asegurar su supervivencia para hacer realidad el deseo de su padre político.
En su último mensaje antes de partir para La Habana, Chávez había dicho: "Mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable absoluta, total, es que en ese escenario (...) ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente".
Probablemente Maduro deba enfrentarse a Henrique Capriles, la figura que lucha por mantener aglutinadas a las distintas líneas opositoras. El joven gobernador expresó su condolencia a la familia del carismático líder y pidió unión a los venezolanos.
"En momentos difíciles debemos demostrar nuestro profundo amor y respeto a nuestra Venezuela! Unidad de la familia venezolana!", escribió en la red social Twitter.
En las elecciones de octubre, Capriles encabezó una heterogénea fuerza de una treintena de partidos de oposición y consiguió 6,5 millones de votos, frente a los 8,5 millones de Chávez.
Tras conocerse la noticia, numerosos líderes regionales y globales enviaron sus condolencias, como la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff o el chileno Sebastián Piñera, lejos del ideario político de Chávez pero quien reveló una charla íntima que tuvo recientemente con el presidente fallecido.
"Cuando su enfermedad se agravó y él tuvo que volver a Cuba yo lo llame por teléfono y recuerdo que me dijo muchas cosas y recuerdo que me dijo que si tenía que enfrentar la muerte quería hacerlo en su patria, en su querida Venezuela (...) tal vez intuía que la lucha por la vida estaba llegando a su fin y quería terminar sus últimos días en su patria", dijo.

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