Denunció ante la Guardia Civil que había sufrido una agresión
junto a su madre para intentar cobrar un seguro que contrató
LAEDICION.NET.Redacción La Guardia Civil ha detenido a un joven de 20 años
y vecino de Vícar acusado de simular un robo en su vivienda en el que
supuestamente había sufrido una agresión junto a su madre y de estafar
presuntamente a la compañía con la que tenía contratado el seguro de hogar ya
que cobró 3.500 euros por el falso atraco. La actuación ha desembocado en la
imputación de la madre y de la hermana del joven, en cuyos domicilios los
agentes hallaron parte del material supuestamente sustraído, y un amigo al que
vendió un equipo de home cinema y que ha sido imputado por un delito de
receptación.
La investigación se inició después de que M. R. H. denunciase el robo cometido en un domicilio en el que los autores habían sustraído equipos informáticos, electrodomésticos y joyas por un valor superior a los 3.000 euros, según estimación de la víctima, que relató que, al acceder a casa junto a su madres, dos personas les habían agredido y habían abandonado de forma precipitada el lugar. Tras minuciosa inspección ocular del escenario de los hechos, los agentes observaron discordancias entre los expuesto por la víctima en su denuncia y lo que observan en la vivienda, con la total inexistencia de síntomas que coincidan con los datos aportados por la víctima.
Esta carencia total de pruebas, sumado a la imposibilidad de acceso o abandono de la vivienda por donde indicaba su propietario, hacen sospechar a los agentes sobre la veracidad de la denuncia, añadiendo esta línea de investigación a las pesquisas de la Guardia Civil. Durante la misma, los agentes obtuvieron datos que afianzaba que la denuncia era falsa, por lo que requirieron a M. R. H. a dependencias policiales. En la entrevista, ofreció respuestas contradictorias y poco convincentes hasta que admitió que todo era inventado. El detenido informó a los agentes de que había cobrado unos 3.500 euros como indemnización de la compañía aseguradora de su vivienda, motivo por el que además de imputarle un delito de simulación de delito, se le imputa otro de estafa.
La investigación se inició después de que M. R. H. denunciase el robo cometido en un domicilio en el que los autores habían sustraído equipos informáticos, electrodomésticos y joyas por un valor superior a los 3.000 euros, según estimación de la víctima, que relató que, al acceder a casa junto a su madres, dos personas les habían agredido y habían abandonado de forma precipitada el lugar. Tras minuciosa inspección ocular del escenario de los hechos, los agentes observaron discordancias entre los expuesto por la víctima en su denuncia y lo que observan en la vivienda, con la total inexistencia de síntomas que coincidan con los datos aportados por la víctima.
Esta carencia total de pruebas, sumado a la imposibilidad de acceso o abandono de la vivienda por donde indicaba su propietario, hacen sospechar a los agentes sobre la veracidad de la denuncia, añadiendo esta línea de investigación a las pesquisas de la Guardia Civil. Durante la misma, los agentes obtuvieron datos que afianzaba que la denuncia era falsa, por lo que requirieron a M. R. H. a dependencias policiales. En la entrevista, ofreció respuestas contradictorias y poco convincentes hasta que admitió que todo era inventado. El detenido informó a los agentes de que había cobrado unos 3.500 euros como indemnización de la compañía aseguradora de su vivienda, motivo por el que además de imputarle un delito de simulación de delito, se le imputa otro de estafa.
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