LAEDICION.NET.-Numerosas
y pequeñas calas, alrededor de 147, salpican el litoral almeriense La mayoría
se concentran por poseer una costa más abrupta y rocosa desde Cabo de Gata
hasta PulpíLa costa de Almería está salpicada por numerosas y pequeñas calas
que cada verano se convierten en auténticos retiros para quienes están de
vacaciones y llegan a la provincia en busca de tranquilidad junto al mar.
Alrededor de 147 calas esperan en la costa almeriense a ser descubiertas por
aquellos turistas que buscan espacios aislados de gran belleza natural y
paisajística en los que respirar aire puro y disfrutar de los rayos del sol y
un baño en el Mediterráneo.
Las calas almerienses suelen ser zonas de baja afluencia de turistas. Bien porque son poco conocidas y otras por su complejo acceso. Es más, algunas de las calas que salpican el litoral almeriense solo pueden conocerse por mar.
La inmensa mayoría de estas pequeñas playas, resguardadas por formas rocosas, y que son elegidas por aquellos que quieren una alternativa a las playas más aglomeradas se localizan desde el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar hasta el municipio de Pulpí, puesto que se trata de la zona costera más abrupta y rocosa del litoral almeriense.
El parque Natural de Cabo de Gata-Níjar ofrece al visitante 26 calas. Para el turista perderse por estos enclaves se convierte en una experiencia única, que permite descubrir que existen enclaves que aún preservan sus valores naturales. La mayoría de estas calas se caracterizan por una baja afluencia de turistas por su difícil acceso y es que sólo los más aventureros se deciden a franquear complejos caminos e incluso a algunas solo se accede por mar.
Cala del Corralote, de las Sirenas, Arena, Rajá, Punta Negra, Carbón, Cala Chica, Grande, del Príncipe, de los Amarillos, Cala Higuera, Tomate, de las Hermanicas, calas del Cerro del Fraile, cala de los Toros, del Carnaje, de la Polacra, del Bergantín, del Cuervo, cala Hernández, de San Pedro, Montoya, Chumba, Puente, del Plomo y de Enmedio conforman la lista de calas repartidas desde la barriada de Cabo de Gata hasta la de Aguamarga.
En el municipio de Cuevas del Almanzora ante el bañista se presenta la Cala Invencible, un lugar muy interesante para aquellos que disfrutan contemplando y descubriendo la riqueza y los secretos de los fondos marinos. Para los que prefieran el buceo y la pesca, Cala Cristal es su lugar ya que su fondo rocoso es ideal para ambas actividades.
También merece mención especial la cala de Peñón Cortado, un espacio recóndito y tranquilo de extraordinaria belleza natural y paisajística. "Es una cala tranquila debido a que las rocas frenan la fuerza del oleaje, además cuenta con zonas de sombra natural, por ello es quizás la más hermosa de esta zona costera, escondida entre abruptos y escarpados acantilados".
El turista interesado en descubrir la riqueza de las calas que salpican el Levante almeriense puede hacer con la guía Calas de Almería, escrito por Mario Sanz, farero de Mesa Roldán. Se trata de un manual que recoge las calas tanto la parte protegida del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar como la que no lo está.
El autor expone siete rutas que empiezan en Cabo de Gata y terminan en el límite con la costa murciana, siguiendo toda la costa del Levante de Almería. Incluye información complementaria de las calas, como advertencias, historias, curiosidades, naufragios, artesanía, restaurantes...
Pero en el Poniente de Almería también existen bellas calas. Por ejemplo, en el litoral abderitano. El municipio de Adra cuenta con más de diez espacios donde poder pasar un día de playa tras realizar un poco de esfuerzo para acceder a estos espacios, ya que algunas son de complejo acceso.
Entre las calas abderitas se pueden citar La Juana, La Higuera, La Alcazaba, Barbacoa, Cuartel de Guainos, Calajunco, La Rana, Las Gaviotas, Boca del Río, La Albufera o La Habana
Las calas almerienses suelen ser zonas de baja afluencia de turistas. Bien porque son poco conocidas y otras por su complejo acceso. Es más, algunas de las calas que salpican el litoral almeriense solo pueden conocerse por mar.
La inmensa mayoría de estas pequeñas playas, resguardadas por formas rocosas, y que son elegidas por aquellos que quieren una alternativa a las playas más aglomeradas se localizan desde el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar hasta el municipio de Pulpí, puesto que se trata de la zona costera más abrupta y rocosa del litoral almeriense.
El parque Natural de Cabo de Gata-Níjar ofrece al visitante 26 calas. Para el turista perderse por estos enclaves se convierte en una experiencia única, que permite descubrir que existen enclaves que aún preservan sus valores naturales. La mayoría de estas calas se caracterizan por una baja afluencia de turistas por su difícil acceso y es que sólo los más aventureros se deciden a franquear complejos caminos e incluso a algunas solo se accede por mar.
Cala del Corralote, de las Sirenas, Arena, Rajá, Punta Negra, Carbón, Cala Chica, Grande, del Príncipe, de los Amarillos, Cala Higuera, Tomate, de las Hermanicas, calas del Cerro del Fraile, cala de los Toros, del Carnaje, de la Polacra, del Bergantín, del Cuervo, cala Hernández, de San Pedro, Montoya, Chumba, Puente, del Plomo y de Enmedio conforman la lista de calas repartidas desde la barriada de Cabo de Gata hasta la de Aguamarga.
En el municipio de Cuevas del Almanzora ante el bañista se presenta la Cala Invencible, un lugar muy interesante para aquellos que disfrutan contemplando y descubriendo la riqueza y los secretos de los fondos marinos. Para los que prefieran el buceo y la pesca, Cala Cristal es su lugar ya que su fondo rocoso es ideal para ambas actividades.
También merece mención especial la cala de Peñón Cortado, un espacio recóndito y tranquilo de extraordinaria belleza natural y paisajística. "Es una cala tranquila debido a que las rocas frenan la fuerza del oleaje, además cuenta con zonas de sombra natural, por ello es quizás la más hermosa de esta zona costera, escondida entre abruptos y escarpados acantilados".
El turista interesado en descubrir la riqueza de las calas que salpican el Levante almeriense puede hacer con la guía Calas de Almería, escrito por Mario Sanz, farero de Mesa Roldán. Se trata de un manual que recoge las calas tanto la parte protegida del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar como la que no lo está.
El autor expone siete rutas que empiezan en Cabo de Gata y terminan en el límite con la costa murciana, siguiendo toda la costa del Levante de Almería. Incluye información complementaria de las calas, como advertencias, historias, curiosidades, naufragios, artesanía, restaurantes...
Pero en el Poniente de Almería también existen bellas calas. Por ejemplo, en el litoral abderitano. El municipio de Adra cuenta con más de diez espacios donde poder pasar un día de playa tras realizar un poco de esfuerzo para acceder a estos espacios, ya que algunas son de complejo acceso.
Entre las calas abderitas se pueden citar La Juana, La Higuera, La Alcazaba, Barbacoa, Cuartel de Guainos, Calajunco, La Rana, Las Gaviotas, Boca del Río, La Albufera o La Habana
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