jueves, 4 de julio de 2013

10 hábitos que te hacen envejecer peor




LAEDICION.NET.-Redacción Aunque el envejecimiento es un proceso inevitable de la vida, y, al menos por el momento no hay forma de evitarlo, cómo envejeces (bien o demasiado rápido) sí que depende de ti. ¿Sabías que muchos hábitos que no imaginarías pueden hacer que aparentes más años de los que tienes? Hoy te desvelamos diez que te sorprenderán. Ver demasiado la televisión: un estilo de vida sedentario no solo es perjudicial para tu forma física, sino que además puede acortar tu vida y hacer que envejezcas peor. Según un estudio de la Universidad de Queensland, por cada hora que ves la televisión tu vida podría acortarse hasta 22 minutos, y se ha demostrado que puede aumentar el riesgo de padecer Alzheimer.

 
Beber directamente de la botella o con una pajita: el gesto de succión que haces con los músculos faciales cuando adaptas tu boca para beber de una superficie muy pequeña favorece la aparición de las mismas arrugas y líneas de expresión que muestran los fumadores, conocidas como código de barras y líneas de marioneta. ¡Bebe siempre de un vaso o de una copa!
Ejercicio, en el punto justo: no hace falta hablar de los beneficios que tiene el ejercicio físico para el cuerpo. Sin embargo, lo que tal vez no sabes es que forzarte demasiado puede dañar las articulaciones e incrementar el riesgo de sufrir artritis.
Calefacciones y aires acondicionados: está demostrado que tanto la calefacción como el aire acondicionado, tanto en casa como en tu lugar de trabajo, resecan la piel muchísimo, haciendo que aparezcan arrugas prematuras en tu piel. Para evitar la deshidratación de la piel prueba a utilizar humidificadores, e intenta reducir el tiempo de exposición tanto a unos como a otros.
Consumir demasiada azúcar: no solo es malo para tu dieta, sino que tiene mucho que ver con cómo envejece tu piel. Si los niveles de azúcar en sangre son altos, se produce un proceso llamado glicación que daña las fibras de colágeno de la piel, dando paso a la pérdida de firmeza y a la aparición de arrugas prematuras.
Trabajar demasiado: el trabajo es una de las fuentes más comunes de estrés, y el estrés tiene mucho que ver con la oxidación celular y con la ralentización de los procesos de regeneración de las células. Intenta tomarte las cosas con calma, trabaja solo durante tu horario laboral y, una vez que salgas del trabajo, así como los fines de semana, dedícate a relajarte.
Cuidado con el jabón: el jabón elimina la capa ácida que protege la superficie de la piel, y favorece que las agresiones externas que aceleran el envejecimiento afecten mucho más a tu piel. Elige siempre limpiadores sin jabón.
Abusar de los auriculares: si siempre vas con los cascos puestos, por la calle, cuando haces deporte, en el trabajo… empieza a limitar este hábito. Está demostrado que escuchar música con auriculares afecta temporalmente al oído, y si lo haces con un volumen muy alto, te arriesgas a daños auditivos permanentes.
Fundas de almohada inadecuadas: no hay mejor remedio de belleza que una cura de sueño, pero si sueles dormir siempre con el mismo lado de la cara sobre una funda de almohada de algodón puedes favorecer la aparición de arrugas y líneas de expresión por la combinación de deshidratación y presión. Lo mejor: las fundas de almohada de seda o de satén, que comprimen menos las facciones y ayudan a mantener los niveles de hidratación de la piel.
Dietas bajas en grasas. Sí, conviene no abusar de las grasas en la alimentación… pero tampoco eliminarlas por completo, especialmente los ácidos grasos Omega 3 (presentes en el pescado azul y los cereales integrales, entre otros), que además de mejorar el estado de la piel mantienen joven el cerebro y mejoran la calidad de vida.
Era un infierno"

No hay comentarios: