La juez instructora de la causa abierta por la intoxicación mortal en 2007 de dos ancianos de un geriátrico de Alhama ha ampliado diligencias para determinar si una tercera muerte está relacionada con la ingestión de agua contaminada.
Fuentes de la acusación particular ejercida por las familias de las víctimas, una mujer y un hombre de 75 y 91 años, respectivamente, confirmaron a Europa Press que la titular del Juzgado de Instrucción número tres dictó a finales del pasado mes de julio una providencia en la que ordena la remisión al Instituto de Medicina Legal de Almería (IML) de la historia clínica para la elaboración de un nuevo informe forense.
A la espera de la práctica de esta prueba, las diligencias imputan dos presuntos delitos de homicidio por imprudencia y otros dos de lesiones a una pareja de empleadas del servicio de limpieza y mantenimiento del centro Nicolás Salmerón después de que la Guardia Civil determinase en su investigación que los cuatro afectados habían bebido de una botella de agua, en la que se había disuelto un producto de limpieza compuesto de ácido clorhídrico.
M.P.M.G. y C.A.A., de 59 y 47 años, aseguraron en su declaración que, en el día de los hechos, dejaron “olvidado” el recipiente en el aseo del cuarto en el que los ancianos afectados estaban reunidos, después de que fuesen requeridas con urgencia en otra área del inmueble. Según explicaron, era práctica habitual “rebajar” en una botella de agua mineral el salfumán usado para la desinfección diaria de los sanitarios debido a la afección respiratoria de una de ellas, por lo que los ancianos ingirieron el contenido de un envase con aspecto normal. La instrucción se inició a partir de la denuncia interpuesta por el hospital Torrecárdenas tras el ingreso de los cuatro intoxicados.
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