El "show" de ZP mete el miedo en el cuerpo a su titular de Educación

Al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, le entraron las prisas el pasado lunes en Tengo una pregunta para usted de TVE por meterse en unos cuantos charcos. Es difícil decidir por donde empezar, pero, pasada la prueba de fuego, se adivina una evidente descoordinación en La Moncloa. Al menos, con el Ministerio de Educación.

El anuncio de "cambios" en el conocido como Plan Bolonia por boca del presidente del Gobierno se ha convertido en una manufactura averiada para el Departamento que encabeza Mercedes Cabrera, según ha constatado El Semanal Digital. "Vamos a hacer algún cambio. Vamos a incrementar el número de becas en los estudios de grado y de master y vamos a reconsiderar algunas cosas en lo que afecta a los estudios de Humanidades", sostuvo Zapatero en respuesta a Diana, una estudiante de Alicante.

Detalles, la verdad, no ofreció Zapatero, pero a Cabrera le pilló con el pie cambiado. En el Ministerio de Educación sufrieron un ataque de contrariedad al enterarse, a la vez que Diana, de la voluntad del jefe del Ejecutivo de proceder a cambios en un frente que, junto a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, más quebraderos de cabeza da a Mercedes Cabrera. La ministra tiene ante sí un convulso movimiento estudiantil anti Bolonia, contra el nuevo modelo de enseñanza universitaria.

Pues bien, Educación fue incapaz de concretar a lo largo de las 24 horas siguientes al clarinazo del presidente del Gobierno. El pato ante una mercancía informativa que no se correspondía con nada en concreto lo empezó a pagar el Departamento de Cabrera que, con más de un alto cargo al borde de los nervios y ante las reiteradas llamadas de diversos medios de comunicación para conocer el detalle de los "cambios", se limitó a dar largas con un "en los próximos días nos pondremos a trabajar en ello".

En definitiva, nuevos parches ante las pretensiones de Zapatero. Para 2010 se había previsto que estuviera en marcha el Espacio Europeo de Educación Superior. Los responsables europeos así lo establecieron en su Declaración de Bolonia. Está por ver si Cabrera llega a verlo en su condición de ministra porque el calentón de nuestra Universidad promete volver a elevarse. De momento, la titular de Educación debería mejorar su comunicación con el presidente del Gobierno.