La guerra de talones daña a Antena 3 por fichar a Farruquito

Sorpresa en la mañana de este sábado en los cuarteles generales de Antena 3, en San Sebastián de los Reyes, al descubrir que el fichaje de Farruquito derrumbó -como informó LA EDICIÓN Digital- por primera vez a la audiencia de DEC, el programa que dirige Jaime Cantizano y produce la empresa de Ana Rosa Quintana. Tras la presencia en los platós de Telecinco de Luis Roldán y Julián Muñoz, y el intento frustrado de contratar a Ramón Calderón, Antena 3 pujó por todo lo alto para lograr la exclusiva de la primera entrevista a Farruquito.

Según señaló Telecinco, Antena 3 pagó un talón en efectivo de 140.000 euros al bailaor. Cantizano aseguró a la audiencia que el contrato con el bailaor para acudir a DEC no alcanzó esa cifra. Quienes han seguido más de cerca los entresijos de la puja entre ambas cadenas, aseguran que las cifras de Telecinco se acercan a la realidad de la caja que hizo el bailaor en lo que fue una noche muy tensa en Antena 3.

Larguísimos silencios

No fue un programa fácil para Cantizano, a disgusto en muchos momentos, ya que tuvo que estirar todo lo relacionado con Juan Manuel Fernández Montoya, alias Farruquito, desde las 9,30 de la noche del viernes hasta pasada la una de la madrugada de este sábado. Farruquito apenas dijo nada en larguísimos silencios mientras bebía agua una y otra vez, y Cantizano se desesperaba haciendo preguntas y a la vez proporcionando respuestas a las que el bailaor asentía. La lenta espera arrancó al menos sus lágrimas no se sabe si por arrepentimiento o el trago de aceptar todo aquello para lograr el ansiado talón.

Farruquito comenzó cabizbajo para irse creciendo a lo largo de la noche-madrugada y reivindicar que él ha sido una víctima también tras atropellar y matar a Benjamín Olalla en un paso de cebra, dejarle tirado y darse a la fuga, y culpar posteriormente a su hermano menor, Farruco. Sólo las escuchas de la Policía Nacional lograron después de meses arrancarle la confesión de que fue él quien conducía sin carnet y mató a Olalla.

La cárcel fue muy dura

Farruquito dijo que la cárcel fue muy dura, se alegró de no tener que llevar ya la pulsera para estar siempre localizado y expresó su deseo de que pase pronto lo que le queda de libertad condicional. Entre las joyas de su declaración, dijo sin rubor que espera que sea la viuda de Olalla quien le cite para verse y entonces ya verá él lo que le dice sobre un asunto que ha dañado su carrera ya que ahora "baila con dolor".

En una declaración que olió a preparada con quien le aconseja, Farruquito desveló que a él también le atropellaron de pequeño con una moto y se dieron a la fuga, y señaló que al menos lo que él está sufriendo servirá para que acabe lo que se vive en España "donde los jóvenes conducen sin carnet". En su caso explicó a los colaboradores de Cantizano que la lluvia de contratos que tuvo desde los 18 años le impidió por falta de tiempo sacarse el permiso de conducir.

Momentos patéticos

Entre las preguntas que incidieron una y otra vez en lo mismo, y las escuetas respuestas de Farruquito, sólo María Patiño mostró su abierto malestar por que se hubiera llevado a un ex convicto al programa. Por su parte Cantizano aseguró a los espectadores que la expectación era enorme como reflejaba el alud de mensajes -"diez veces más que lo normal"-, que oscilaron entre los elogios femeninos al bailaor y las descalificaciones por su conducta incívica y cruel. El programa acabó con un cara a cara de Jesús Mariñas con Farruquito en el que le recordó las amenazas que le hizo su corte en Ibiza. "Me llamaron maricón y me dijeron que iban a rajar", le espetó a Farruquito.

Pero ni Patiño y compañía, ni Mariñas y por supuesto tampoco Cantizano arrojaron algo más de luz en un programa-docudrama con momentos patéticos. Al final Cantizano se frotó las manos pensando que las audiencias habrian alcanzdo una cota histórica. Pero los datos conocidos este sábado mostraron que las cadenas no sólo sufren una huída publicitaria por la crisis sino por contenidos que la audiencia considera deleznables en tiempo en que muchas voces claman por la ética a todos los niveles.