En el PSOE, la línea marcada por José Luis Rodríguez Zapatero, expuesta en un clima de discreción, es la de callar y no hacer ningún comentario sobre la vida privada del ex presidente Felipe González así como sus actividades particulares al margen del partido. Sin embargo, en la vieja guardia, crítica con el zapaterismo, duele este silencio y desprecio hacia Carmen Romero, que representa una línea de fidelidad y trabajo, fiel al espíritu que imprimió en su momento al partido tanto González como Alfonso Guerra.
Carmen Romero no está sola. Destacados socialistas viven en silencio esta crisis no cerrada ya que en estos momentos González no ha tomado ninguna decisión para pedir el divorcio pero ha dado carta de naturaleza a su relación con su novia, viviendo plenamente una situación de pareja consolidada. Los tres hijos del matrimonio González -David, Pablo y María- son los que más sufren la actitud de su padre no perdonando que su madre se enterara por la prensa de que su marido tenía una amante, una de las figuras destacadas de la noche madrileña.
Los socialistas más críticos a la relación entre González y Mar García Vaquero lamentan además que el ex presidente se haya vinculado al clan de Pedro Trapote, implicado como denunció la Cadena COPE en la etapa más tormentosa de Ramón Calderón en el Real Madrid que fue el detonante final de su dimisión. González, tras las vacaciones recientes en Punta Cana, como destacó El Semanal Digital, viajó con García Vaquero a Washington para seguir en directo la jura de Barack Obama como primer presidente negro de Estados Unidos. Fue el momento de la presentación oficial de su nueva pareja con el círculo de peso de sus amigos americanos entre los que sobresale Carlos Slim, una de las mayores fortuna del mundo junto a Bill Gates.
González no ha cerrado la puerta a una mayor presencia de García Vaquero en su agenda política y se asegura que elegirá el momento exacto para que sea asumida su presencia incluso en eventos socialistas. Por lo pronto, el ex presidente está moviendo hilos para que Mar adquiera un puesto relevante en la Fundación La Caixa. González sigue teniendo una relación privilegiada con la Casa Real y no desaprovechará, dicen quienes conocen su agenda diaria, en dar el empujón necesario para que su compañera sentimental de el salto definitivo en su carrera profesional.
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