Encuentro marcado por la tensión en la que ambos dirigentes han tenido asuntos que echarse en cara. El líder del PP dice al valenciano que todo queda en sus manos.
LAEDICION.NET.- Mariano Rajoy, muy preocupado, tenía que hablar urgentemente con Francisco Camps una vez producido el terremoto interno y el enorme caudal de informaciones que, como gota fría otoñal imparable, se habían suscitado tras el evidente desencuentro con Camps a costa de las "medidas urgentes", llámese también ceses, que Génova exigía a su todopoderoso barón territorial. Y tal y cómo están actualmente las cosas de las escuchas, el presidente nacional del PP ha evitado la conversación por teléfono y ha acordado un repentino encuentro con el president de la Generalitat. La cita en un principio iba ser únicamente telefónica pero el miedo a las escuchas, sí el miedo a las escuchas, ha provocado un cambio de planes. No ha importado que se estuviese celebrando la segunda e insulsa jornada del Debate sobre el Estado de la Comunidad y que Rajoy tuviese varias citas en Madrid. Ambos dirigentes han convenido que tenían que mantener el encuentro.
Y a mitad de camino, en Cuenca, se han encontrado en una comida de larga sobremesa. Poco ha trascendido a estas horas de lo realmente acordado en el transcurso de la cita, pero fuentes del PP habitualmente bien informadas han asegurado a El Semanal Digital que la reunión no se puede describir precisamente con el adjetivo de cordial. Francisco Camps se ha quejado a su presidente por el torrente de informaciones procedentes de "filtraciones interesadas" desde Génova que a juicio del presidente valenciano "ha dañado mucho al Partido y a nuestra credibilidad". Dolores de Cospedal ha estado en el centro de las críticas de Camps que en todo momento ha hablado en nombre de todo el PP de la Comunidad Valenciana.
Las mismas fuentes explican que Mariano Rajoy ha dejado claro a Francisco Camps que la dirección nacional del PP no pretende echar un pulso a los dirigentes valencianos, pero sí le ha hecho ver que la imagen del PP está resultando seriamente comprometida por todas las informaciones provenientes de Valencia. Rajoy ha mantenido que Génova está absolutamente convencida de la "inocencia judicial" de Vicente Rambla, Ricardo Costa, David Serra, Yolanda García Santos pero le ha hecho ver a Camps que otra cosa son las responsabilidades políticas.
Y según las fuentes consultadas, la conclusión principal que podemos extraer del encuentro es que Mariano Rajoy ha dejado toda la responsabilidad en Francisco Camps. Él tendrá la decisión definitiva, después de escuchar lo expresado por su jefe jerárquico, sobre el futuro de los dirigentes puestos en la picota. En él también caerá todo el peso de las responsabilidades de lo que pueda pasar a partir de ahora y en futuro. Un dilema. Rajoy ha exigido a Camps que si toma alguna decisión ésta tendrá que tomarse por fuerza en las próximas horas.
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