sábado, 3 de octubre de 2009

La Policía descarta que el cadáver y el ticket de compra tengan relación

Los trabajadores de la obra desvelan que el cuerpo estaba encogido y que fue destrozado por los golpes del martillo eléctrico con el que picaban el suelo de la vivienda, en el barrio de La Chanca
LAEDICION.NET.-El cadáver que apareció enterrado en el suelo de una vivienda del barrio almeriense de La Chanca que está en obras aún no ha sido identificado, y también se desconocen datos oficiales sobre la fecha de la muerte.

Aunque aún no se han desvelado los resultados científicos, la Policía Nacional apunta a que podría llevar más de medio siglo anclado el cemento. Sin embargo, serán los informes oficiales los que determinen tanto la fecha del fallecimiento, como el sexo, la edad y si la muerte se produjo violentamente o de forma natural.

Asimismo, pese a que aún no hay datos certeros, la Policía también ha descartado que el ticket de compra tenga alguna relación con el cadáver. Un dato que basan en que la actualidad de la factura del supermercado, en euros, no concuerda con las primeras hipótesis que se barajan, de que los huesos tengan más de 50 años de antigüedad.

Los restos, que aparecieron durante los trabajos de rehabilitación de una vivienda en el número 2 de la calle Francisco Aguilera, fueron localizados por los albañiles cuando perforaban el suelo con un martillo eléctrico. Primero se percataron de que había huesos pero, segundos más tarde, confirmaron las sospechas de que se trataba del esqueleto de un ser humano al ver que una de las piezas que asomaban entre los escombros era el cráneo de una persona.

De inmediato, el arquitecto de la obra alertó a la Policía, que se desplazó hasta la zona e inspeccionó el lugar para recopilar el máximo de pistas posibles a fin de esclarecer el hallazgo, así como su posible, o no, relación con un ticket de compra de un supermercado que apareció, según indicaron los propios albañiles, "justo al lado de la cabeza del cadáver, y donde estaba perfectamente reflejado que la compra había sido de cerveza y leche".

Durante la mañana de ayer, agentes de la Policía Científica realizaron una inspección ocular más exhaustiva en la que trataron de localizar nuevas pistas que puedan aportar más información sobre la procedencia del cadáver.

Los informes científicos revelarán la fecha de la muerte revelará, y también, en caso de que se trate de un presunto asesinato, si el delito aún puede ser juzgado o ha prescrito por el tiempo que ha transcurrido desde que se cometió el crimen hasta el hallazgo, el martes poco antes de las 13:00 horas del mediodía.

Ayer, los vecinos de las calles de alrededor no daban crédito a lo que ocurría. Cámaras de televisión, periodistas y muchos curiosos se acercaron hasta las inmediaciones de la vivienda para comprobar in situ cuál era la dimensión del hueco donde estaban alojados los restos del cadáver. Así como la explicación de los trabajadores que lo encontraron sobre cómo ocurrió todo, y lo que sintieron.

El repentino, y para algunos desagradable hallazgo, no precisó de la paralización de las obras, aunque el martes sí se interrumpieron los trabajos hasta el levantamiento del cuerpo por los forenses y durante la inspección policial.

Fuentes cercanas a los hechos aseguraron que el esqueleto estaba en el suelo interior de la infravivienda, en un terreno en el que las viviendas nunca han tenido título de propiedad.

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