Temen que el especial de los Thyssen afecte al embarazo de Blanca Cuesta

LAEDICION.NET.-D.M.-Borja Thyssen y Blanca Cuesta viven su verano más dulce. Y es que será a finales de este mes cuando nazca su segundo hijo en común. Barcelona es la ciudad elegida para el alumbramiento. La feliz pareja apura las últimas semanas de embarazo en un clima de tranquilidad y felicidad. En su casa ya está a punto la habitación, en tonos azules y línea moderna, que Susana Gil, de Piccolo Mondo, ha diseñado para el principito que está en camino.
Y mientras Borja y Blanca están deseosos de tener a su bebé entre los brazos, algunos en su entorno temen que el especial sobre los Thyssen, que Antena 3 emitirá la próxima semana, afecte a la embarazadísima valquiria.

De momento, desde la cadena de Carlotti no sueltan prenda sobre el contenido de un programa que parece se centrará en los líos familiares de la saga: malas relaciones, herencias, supuestos robos y etcétera. De ahí tantas cavilaciones y temores.

Sin exclusivas

Tal como viene siendo habitual desde que un gabinete de prensa les asesora en cuestiones de imagen, la pareja comunicará la llegada al mundo de su segundo hijo a todos los medios por igual. No está prevista exclusiva alguna. Siguen en la misma línea que iniciaron hace meses. Se trata de ofrecer normalidad para que todo el mundo vea que no son los malos, malísimos, que ha pintado la baronesa. Sobre todo, Blanca, quien ha pasado un calvario con las barbaridades que su suegra y allegados han dejado caer.

Especialmente dolidos se muestran Blanca y Borja con Anthony Toffoli. Le consideraban uno de los suyos y de ahí que todavía no se hayan repuesto del sobresalto que les produjo verlo largando en televisión. Eso fue después de que la parejita decidiera quitarle el título de padrino de Sacha para otorgárselo a alguien que sí consideran un amigo de verdad. Dos versiones de una misma historia que cada parte explica a su manera.
Por cinco millones de dólares
Será el próximo 24 de julio cuando Borja reciba la última parte de la herencia que le legó su padre, el difunto barón. De momento, todo indica que Tita no está por la labor de entregársela. Si continúa en sus trece, el joven “tiene previsto recurrir a los tribunales para reclamar lo que es suyo”, me explica alguien muy cercano al matrimonio. Se comprende, pues están en juego cinco millones de dólares.

El otoño será la época en que conoceremos en qué sentido encauzan su carrera profesional Borja y Blanca. Es seguro que el proyecto estará relacionado con el arte, aunque todavía se desconoce si crearán una empresa o fundación. En cualquier caso, les vendrá bien para apuntalar su imagen.