LAEDICION.NET.-DANIELLA MONTENEGRO NÍJAR.- El Miércoles Santo en la Villa de Níjar dejó todo el protagonismo a los más pequeños que dieron una verdadera lección de recogimiento y espiritualidad. Tras la celebración de la misa y bendición de todos los niños, costaleros, penitentes y mantillas, la Hermandad infantil vivió con fervor su primera salida procesional.
Tras meses de ensayo, los pequeños costaleros portaron a sus hombros la imagen de “Jesús rezando en el Huerto de Los Olivos”, la levantaron al cielo y la mecieron con maestría en un recorrido procesional a su medida, aplaudidos por cientos de vecinos y visitantes que no quisieron perderse la ocasión.
El blanco de la inocencia y el verde de la esperanza llenaron las calles de la Villa de Níjar, no faltaron los penitentes, las pequeñas mantillas y las emotivas marchas de procesión interpretadas por la Banda Juvenil de la Asociación Cultural Níjar formando parte de un pequeño gran desfile procesional que reafirma una Semana Santa que está más viva que nunca.
Una Semana Santa que representa todo el esfuerzo de un pueblo empeñado en mantener sus costumbres y tradiciones y en crecer a la hora de expresar públicamente su espiritualidad y la manifestación de sus raíces culturales cristianas, siempre desde la sencillez y vistosidad que caracterizan a la Semana Santa nijareña .
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