pudimos vivir r cómo Kiko Matamoros volvía a televisión para pedirle perdón a sus compañeros y para defender que no era el topo del programa. Los guionistas tenían preparada una gran sorpresa, el topo era el manager de Belén Esteban.
DANIELLA MONTENEGRO.-LAEDICION.NET.-El arranque del programa estuvo marcado por la seriedad de Matamoros y la tensión en el plató. Poco a poco Kiko se pudo defender y expuso que “Estoy regular pero con ganas de dar respuesta a un linchamiento que me parece repugnante. Tengo ganas de hablar fuera del plató con Mila, que es la única que me duele porque la he considerado una amiga. Lo demás me lo esperaba”.
“La envidida no tiene límite y hay quien se las da de periodista y viene aquí a merendar. Gente como yo les agrede porque yo no presumo de ser periodista pero, junto con Kiko Hernández, posiblemente sea el que más información aporta. Hay quien se dedica a llorar por los platós para venir más días y de gente así me lo espero. De esos mediocres me lo esperaba, de esos cobardes. De quien no me lo esperaba era de Mila porque la quiero” prosiguió.
Sobre el famoso “la hija de p*** esa” que espetó a la Princesa del pueblo comentó que “Yo hago un comentario de Belén y pedí disculpas en cuando me lo dijeron porque no me enteré, había perdido los nervios. Es un comentario sin intención de ofender y que de eso se haya hecho lo que se haya hecho es injusto, sobre todo, porque hay quien lo dicho sabiendo que está llegando a la audiencia y nos ha parecido extraordinario”.
A la señora Benito le comunicó que “Yo no trabajo en la productora que ha sacado la ficha de tu yerno, es más, me la ofrecieron y no la quise. Tengo más información y no la voy a utilizar en la p*** vida, para vuestra tanquilidad. Yo no tengo la culpa que tu hermana hiciera un comentario dando a entender que Amador estaba celoso”.
Entrando en materia, sobre Nizar comenta que “La única palabra que he cruzado con Aída Nízar fue en plató y fueron diez segundos y le dije que fuera la última vez que le faltaba al respeto a mi mujer. No he hablado con Aída Nízar. Lo del contrato que contó en ‘Enemigos íntimos’ lo conté el viernes y dije que Rosa lo tenía en casa, mientras ella dice que está en una caja fuerte en un banco. Yo no le he contado nada a Aída Nízar“.
“Puede que esté más nervioso o tocado. Yo le he hecho una confidencia a tres personas y ahí se queda. Si se la hubiera querido trasladar a otras personas lo hubiera hecho. Compartimos lo que creemos que queremos compartir pero hay cosas a las que he dado cerrojazo, como cuando conté lo de mis ojos, y no quiero volver a pasar por eso. Yo no quiero que acabe en un drama solapado”.
“Quiero pedir perdón a los compañeros porque sus razones pueden tener en sus medida para estar enfadados conmigos pero les quiero decir que me ha parecido desmedido y que a mi mujer le saquen de una historia que no les corresponde. El que se haya equivocado se ha equivocado con la mejor voluntad. Es la vida” fue su alegato final tras el mismo llegaron los abrazos de reconciliación. ¿Qué pensáis de todo esto?
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