domingo, 2 de octubre de 2011
Un imputado de la SGAE señala a Bautista y la "ruina" de Ramoncín
LAEDICION.NET.-DANIELLA MONTENEGRO Una historia rocambolesca. Es en lo que se ha convertido la Operación Saga con las declaraciones de los imputados ante el juez Pablo Ruz -que instruye el sumario por un supuesto desvío de fondos a través de un entramado de empresas vinculadas a la Sociedad General de Autores y Editoras- y los reveladores datos sobre antiguos miembros de la SGAE.
En los juzgados apuntan directamente al expresidente de la SGAE Teddy Bautista como responsable de la trama y, fuera de ellos, Ramoncín vuelve a estar en el ojo del huracán.
Bautista, no obstante, no sólo ha sido señalado por el exdirector general de la SGAE, Enrique Loras, que aseguró "totalmente" que fue él quien llevó a José Luis Rodríguez Neri -imputado como cabecilla- a la sociedad, también ha sido desmentido por sus declaraciones en las que negó la mayor. Y es que según lo expuesto por Loras ante el juez Ruz, era a Bautista a quien le habría correspondido poner fin a la situación cuando comenzaron las críticas sobre la empresa subcontratada Microgénesis, que fuera presidida por Neri.
"El máximo ejecutivo es Eduardo Bautista. Y él es el que de alguna forma optó, en grado de confianza, que José Neri se encargara de todas esas cosas", destacó el exdirector general de la SGAE sobre el momento en que se dejó de contratar en el mercado libre y se decidió crear la SDAE. Y aunque afirmó desconocer si se comparaban precios para adjudicar contratos sí que relató que se rumoreaba que la situación con Microgénesis "no era la más correcta", y que se denunció en una asamblea general en 2007.
Por su parte, el exdirector económico y financiero de la SGAE, Ricardo Azcoaga, también imputado, negó ante el juez conocer si Bautista sabía de las subcontrataciones que hacía la SDAE. Azcoaga no despejó demasiadas dudas ya que al ser interrogado por la conversación que mantuvo con Neri, en la que éste le expresó sus temores a una auditoría externa de la SGAE, sólo afirmó que "esos comentarios que me pudo hacer en ese momento determinado le podría estar dando la razón como a un tonto para que me dejara en paz".
El que a pesar de no estar imputado continúa siendo el centro de las noticias sobre la trama de la SGAE, muy a su pesar, es Ramoncín. Si el pasado viernes anunciaba en un chat de ABC que demandaría al diario de Vocento por una noticia en la que desvelaba conversaciones comprometedoras con Neri, este lunes se conocía el favor que su amigo le hizo y que vuelve a relacionarle con el cerebro de la trama.
El propio Neri reconoció ante el juez que prestó dinero al cantante "porque se encontraba en una situación delicada. Y entonces, le abrí una póliza de crédito que se la facilitaba Cajasol". Una ayuda que también Ramoncín admitió a la Unidad Central Operativa (UCO) durante la investigación y que nuevamente le sitúa en el ojo del huracán.
El perfil del presunto "cabecilla"
En el sumario de la Operación Saga se describe a Neri como una persona sin formación, "beligerante" y preocupado por garantizarse una abultada prejubilación.
Según las declaraciones ante Ruz de un exempleado del que fuera director general de la SDAE, "Neri no tenía formación académica" ni experiencia para estar al frente de la filial de la SGAE. "Neri era muy beligerante y no era trigo limpio" aseguró otro.
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