jueves, 23 de febrero de 2012
Micky Molina, "He recuperado a mis cuatro hijos"
Durante años, el actor Micky Molina permaneció tan alejado de sus cuatro hijos que algunos de ellos llegaron incluso a renunciar al apellido paterno como reacción a la supuesta desatención y despreocupación por parte de su padre. Tal fue el caso de los dos vástagos que tuvo con la modelo Kirsa van Pallandt: Clara y Adrián.
LAEDICION.NET.-:/ Redacción Twitter @LaEdicin.-Las cosas con Andrea, fruto de su relación con la actriz Lydia Bosch, no fueron mejores. La joven, que el año pasado alcanzó la mayoría de edad y lo celebró con un posado junto a su madre para la revista Elle, se convirtió en pasto mediático después de que Bosch anunciara su separación del arquitecto Alberto Martín, con denuncias sexuales de por medio.
Pero tanto Andrea, que se había marchado a estudiar a Irlanda, como el resto de sus hermanastros –el más pequeño, Antonio Floky, nació de su relación con la islandesa Katrin Olafsdttir- ha recuperado la relación con su padre, según confesaba esta misma semana el propio Molina a Vanitatis.
“Ahora veo mucho a los cuatro. Los que vivían fuera ya han vuelto a España y me llevo muy bien con todos, también con Clara –quizá con la que mantenía una relación más tensa-. La verdad es que lo pasé muy mal, pero todo en la vida no va a ser malo y ahora viene un momento de tenerlos a mi lado. Es verdad que a lo mejor me he perdido su infancia, pero bueno, tengo toda una adolescencia que estoy viviendo con ellos y que es muy bonita”, señalaba el intérprete, mientras dedicaba una tierna mirada a su pareja, la canadiense Sandra Blackstad, en gran parte culpable de esta reconciliación y con la que Micky lleva casi 9 años de relación, aunque por el momento no piensa en boda.
En este sentido, Molina, que pronto estrenará un espectáculo con versos de Miguel Hernández con el que pretende echar una mano a la Asociación de Víctimas del Terrorismo, aseguraba que, aunque su mujer le ha centrado y ha ayudado en gran medida a que las aguas volvieran a su cauce (“Es un amor y entiende bien con quién está, cuál es su condición y me quiere con locura como yo a ella”), lo cierto es que en su fuero interno siempre lamentó que los problemas con sus hijos no se solucionaran.
“Las cosas pasan, y yo soy muy sentimental y muy sensible, pero Dios pone cada cosa en su sitio y ahora les he recuperado, aunque nunca los he perdido, porque siempre los he llevado en el corazón. Ellos siempre me han tenido y lo saben”, zanjaba.
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