martes, 14 de febrero de 2012

TV1, el Caballo de Troya del PSOE

Ignoro si entre las reformas que tiene previstas en PP tiene, entre sus prioridades, entrar a saco en este nido de socialistas que ocupan la mayoría de los programas de opinión e informativos del ente público. Siempre hemos dicho que, si la cadena estatal no se nutriera de nuestros impuestos, si fuera una sociedad privada sin subvenciones, que solo tuviera que dar cuenta de sus resultados a sus accionistas; nada tendríamos que objetar en cuanto a sus actuaciones ni a las personas que la integraran o contenidos. De hecho tenemos cadenas, como la 5ª, de cuyos contenidos y presentadores pudiéramos hablar largo y tendido y, sin embargo, no lo hacemos porque aquellos que no quieran verla nada más tienen que evitar sintonizarla y se acabó el problema. No obstante, sabemos que, cada año, la cadena pública, aparte de la dotación que recibe del Estado, termina el ejercicio con importantes déficit que, al menos en los últimos ejercicios, parece que anda rondando los 50 millones de euros. Puede que haya algunos cuya candidez les haga pensar que, como los responsables de la cadena y sus mismos presentadores no se cansan de proclamar, las informaciones, las entrevistas, las tertulias, los contenidos de muchos de sus programas y el cariz y condición de una gran parte de sus presentadores; están impregnados de una aureola más que sospechosa de parcialidad, de falta de neutralidad y de absoluta sumisión a las ideas políticas del poder socialista. De hecho, dentro de este entorno de chauvinismo, clientelismo, endogamia y progresismo de izquierdas del que están trufados los organismos encargados de repartir los premios de TV, lo mismo que ocurre con la radio y el cine, siempre suelen ser favorecidos y son galardonados aquellos que, con más habilidad, sin aparentarlo, pero utilizando sofisticados y subliminales mensajes, han sido capaces de trasladar la información que le convenía al PSOE en aquellas ocasiones y sobre aquellas cuestiones en que lo ha precisado. Basta que vean la lista de premiados y las cadena más galardonada y podrán hacerse una idea de por donde van los tiros. Lo cierto es que, cualquiera que pensara que la TV1 actuaba con independencia del gobierno es que no veía a tres palmos de sus narices o bien estaba encantado con la parcialidad de la cadena. De los 200 millones de euros que el nuevo gobierno del señor Rajoy parece que pretende recortar de los gastos de TV1, de momento y que se sepa, sólo se habla de recortes de 5 millones en retribuciones de algunos de los presentadores lo que, evidentemente, no es una cantidad significativa. Tengo la impresión y quisiera estar equivocado, de que, quienes acabarán por pagar el pato de toda esta movida, si alguien no se espabila en evitarlo, serán los trabajadores técnicos, vestuarios, decoradores, iluminación etc. que, como suele suceder en estos casos, serán considerados como “prescindibles” sin que todos aquellos programas millonarios, presentadores privilegiados y enchufados políticos sufran más que recortes simbólicos por aquello de salvar las apariencias. Si sabemos que la TV1, desde su misma fundación, se ha convertido en la voz y la imagen del gobierno de turno ¿a qué viene este empeño en mantenerla? o, al menos, en mantenerla tal y como está ahora cuando, aparte de sus programas meramente informativos, se ha convertido en una competidora más de las cadenas particulares en lo que hace al resto de su programación. Una televisión pública debiera limitarse a dar noticias, información aséptica, y programas especiales donde la imparcialidad estuviera garantizada y la objetividad fuera la regla de cualquiera de sus moderadores. Todo los demás, todos estos programas estrellas de cuantioso presupuesto se debería ceder a las cadenas privadas que están sometidas a la competencia y que difícilmente pueden competir con la cadena oficial dado que no disponen de un Estado que subvencione sus pérdidas. Mucho nos estamos temiendo que, un excesivo cuidado por aparentar que el nuevo gobierno no quiere seguir los pasos de los que le precedieron; uno escrúpulo demasiado meticuloso con que no se le pueda tachar de intervencionista en el organismo público o un reparo a poner de patitas en la calle a determinados jefes o sacar de la circulación algunos programas que vienen demostrando ser una avanzadilla del PSOE, que se siguen emitiendo ante la aparente indiferencia de quienes ostentan el poder; sin tener en cuenta que, el arma fuerte de la izquierda, en aquello que siempre ha conseguido adelantar a la derecha y que le ha venido reportando más éxitos electorales, ha sido la de su absoluta supremacía sobre la mayoría de los medios de comunicación. Si el PP se mantiene en su postura de Don Tancredo, no pone remedio al tema mediático y piensa que, en la actual situación en la que España está abocada, a unos años de gran depresión y con varios millones de gente sin trabajo, si no consigue hacerse con una prensa, independiente, pero que se ciña a la verdad y sigue permitiendo que desde el PSOE, a través de sus quinta columnistas en los diferentes medios de información, le vayan “haciendo la cama” es muy posible que, antes de llegar a mediados de la legislatura ya le hayan puesto en una situación insoportable y muy difícil de sostener. Basta de tantas pamplinas, la Derecha debe demostrar que no sólo sabe gobernar mejor que la izquierda, que tiene gente mejor preparada y con más experiencia; que sabe aplicar sus programas sin arredrarse; que no teme a minorías sectarias y poco representativas como es el caso de los nacionalismos; que tiene valor para defender sus valores y principios por mucho que les duela sus adversarios políticos y que, si bien es bueno conseguir acuerdos y pactar para lograr consenso, nunca se deben someter valores fundamentales o derechos básicos de los ciudadanos en aras de un mejor entendimiento con la oposición. Ellos tuvieron su tiempo para gobernar y nos dejaron a España hecha unos zorros, ahora, toca gobernar al centro-derecha y se debe hacer sin contemplaciones, aprovechando la mayoría que los ciudadanos le han otorgado precisamente para que no tuviera que depender de ningún otro partido ¡Háganlo, pues, en buen hora! En el argot madrileño hay una palabra para designar a aquellos que hacen el “primo” y es “panoli”; no quisiéramos que por un exceso de caballerosidad, de fair play o de condescendencia con el adversario político el señor Rajoy y su PP dejen en barbecho este fundamental tema para cualquier partido político que no quiera quedarse atrás en su lucha por promocionarse, mantenerse y explicarse ante la ciudadanía. Ha quedado demostrado que el PP con sus medidas draconianas ya puestas en marcha más las nuevas que pueda sacar no ha tenido más que un mínimo desgaste lo que le augura que, en el momento en que la situación, sea (de aquí a 6 meses o un año), empiece a dar muestras de una ligera mejora, este temor, esta ansia y este sufrir de los españoles asustados ante lo que se nos viene encima se puede convertir, así es nuestro carácter, en una explosión de esperanza y en un incentivo para seguir progresando en nuestra recuperación. Pero antes hay que pararles los pies a aquellos cuyo interés no está fijado en el bienestar de los ciudadanos, sino en lograr que el gobierno fracase en su empeño de sacarnos de la recesión. O esta es, señores, mi visión de la actual situación. -Miguel Massanet-

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