viernes, 21 de septiembre de 2012
Por qué dimite Esperanza Aguirre.
LAEDICION.NET.-:/ Redacción.-'nadie esperaba su dimisión. No cabe duda de que eso es cierto. Razón de más comprender la sorpresa de los ciudadanos y para preguntarse por qué ha dimitido realmente este animal político. Por mucho que presuma de liberal, sus casi tres décadas de ejercicio en la política habían acreditado a Esperanza Aguirre como un activo fijo del panorama político español. Tres mayorías absolutas la contemplan. Entonces, ¿qué razones nos oculta la presidenta de la Comunidad de Madrid? Pienso en cuatro motivos razonables y uno1. No está contenta con la deriva de su propio partido. Lideró una campaña contra la subida del IVA, a la que se adhirió con entusiasmo el mismo Rajoy, el mismo que luego hizo exactamente lo contrario cuando llegó al poder. Quien dice IVA dice Bolinaga. Durante el comité ejecutivo en el que se analizó el caso, Aguirre se unió a Mayor Oreja para criticar duramente la excarcelación de este asesino y secuestrador -no lo olvidemos- de quien entonces era un militante del PP, Ortega Lara.
2. Ya no podrá optar a la presidencia del gobierno español. Sus opciones se desvanecieron en 2008, cuando Rajoy fue confirmado en el congreso de Valencia. Algunos lo han olvidado, pero en los momentos de mayor debilidad de Rajoy, tras haber sido derrotado por segunda vez frente a Zapatero, la figura de Esperanza Aguirre emergía como la solución a las desdichas de la derecha española. Contaba con dos de los aliados mediáticos más poderosos por aquellas fechas, Pedro J. Ramírez en El Mundo y Federico Jiménez Losantos en la cadena Cope. Al final de aquella pelea interna del PP, el hoy presidente Rajoy llegó a decir en público, en clara referencia a Esperanza Aguirre: “quien quiera irse al partido liberal que se vaya”.
La victoria de Rajoy a finales del año pasado y el descrédito en el que han caído las políticas neoliberales en todo España tras la crisis, han descartado ya por completo que Esperanza Aguirre pueda considerarse una opción a largo plazo para sustituir a Rajoy.
3. Consecuencia de los dos puntos anteriores, parece obvio que el presidente del Gobierno se encontrará mucho más cómodo con una figura como Aguirre fuera de la primera línea de política. Por otra parte, un presidente (o presidenta) de comunidad autónoma puede soportar e incluso beneficiarse políticamente de ciertas tiranteces con el presidente del gobierno central, siempre que éste sea un adversario político, no un correligionario, como es el caso de Rajoy respecto a Esperanza.
4. El futuro electoral del PP tiene muy mala pinta. Considerando que la solución a la crisis no está precisamente a la vuelta de la esquina, las próximas citas electorales adoptan para el PP el mismo cariz que la del 2011 para el PSOE. Negro. Y teniendo en cuenta que el PP requiere de mayoría absoluta para articular un gobierno en la Comunidad de Madrid, cabe pensar que Esperanza Aguirre lo tendría casi imposible para revalidar por cuarta vez un resultado satisfactorio.
Hasta aquí, cuatro razones que caen por su propio peso, aunque la todavía presidenta no se haya referido a ellas. Pero a continuación expongo una última razón, terrible, a la que sí ha hecho una ligera referencia: el tumor que le operaron el año pasado, poco antes de las elecciones autonómicas. Aguiee ha confesado que “presuntamente” está recuperada de esta enfermedad. Ese “presuntamente” ha golpeado en la conciencia de todos los que la estábamos escuchando.
No es nada descabellado pensar que Esperanza Aguirre no está totalmente recuperada del cáncer de pecho que la retiró por unas semanas. Y menos que, en estas circunstancias, su familia haya presionado lo indecible para retirarla de sus actuales responsabilidades.
Sinceramente, si este es el caso, me alegro por ella que haya puesto punto y final a su aventura política. La salud es lo primero. Y, como buena liberal, se le supone convencida de esta gran verdad: en política nadie es imprescindible.
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