· Ha sido uno de los discursos más cortos de
los últimos años.
· No ha habido referencias a ETA o a su salud,
pero tampoco a su familia. El mensaje
de Navidad del rey
emitido esta Nochebuena ha sido uno de los más
cortos de los últimos años. Y también uno de los más sobrios.
Si desde 2008
el
monarca felicitaba las fiestas a los españoles nada más comenzar a hablar —"Mucho
me alegra", ese mismo año— y, hasta 2010
usando incluso
en varias ocasiones la expresión "de corazón", este 2012 ha optado
por ir directamente al grano, a la "reflexión".
LAEDICION.NET.-De hecho, no es hasta el final del discurso cuando desea una "Feliz Navidad para todos". Y lo hace en su nombre, sin citar en ningún momento a su familia. En todo el texto solo hay una referencia a "la Corona" y alguna a su persona, pero ni siquiera ha mencionado el rey al heredero, al Príncipe de Asturias
, al que sí hizo
un guiño en 2011. A la reina no la nombra desde 2009.
Pese a que después pidió que no se "personalizara"
, tal y como hizo la prensa con su yerno Iñaki Urdangarin
, el rey dijo en
el mensaje de 2011
que cualquier actuación censurable de personas con
responsabilidades públicas debía ser "juzgada y sancionada con arreglo a
la ley", porque "la justicia es igual para todos". Esa
justicia, tantas veces mentada el año pasado, no ha encontrado sitio
este lunes; sí la "ética personal y social" referida a la clase
política.
Tampoco ha habido esta vez referencias a la banda terrorista ETA
ni a las víctimas del terrorismo, dos
elementos que no han faltado, por motivos evidentes, en los mensajes de los
últimos años. Hace más de un año, el 20 de octubre de 2011, ETA anunció el cese de su actividad armada
, y el monarca pidió en
Nochebuena que entregaran "sus armas asesinas" y desaparecieran
"para siempre".
Este año no hay mención. Y tampoco a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, para los que el rey siempre solía tener palabras, tanto por su labor contra el terrorismo y otras actividades dentro del país como por sus tareas en pro de la paz en países en conflicto.
Más que un balance del año lo hace de uno de nuestros "momentos más difíciles", en generalHay otra expresión que era recurrente en los mensajes de Nochebuena, la que hablaba del "orgullo" de pertenecer a un país como España. Esta vez no hay referencia a esto, aunque sí al "pesimismo" (dos veces) y, una vez más, a la "crisis" (seis veces). El rey ya no se refiere tampoco a los últimos doce meses: más que un balance del año lo hace de uno de nuestros "momentos más difíciles", en general.
Tampoco cita a los inmigrantes ni, por ejemplo, a la "educación", palabra que ha pronunciado expresamente en los últimos años como valor fundamental de la sociedad. Sí han encontrado un hueco en el mensaje los famosos "mercados internacionales". Y también la confianza, que vuelve al discurso en cuatro ocasiones.
El rey no ha dicho nada sobre su salud, a pesar de que este año ha sido operado dos veces. La primera intervención tuvo lugar después del accidente del monarca en Botsuana mientras cazaba elefantes
, episodio tras el que ya
pidió perdón en un inédito gesto: "Lo siento mucho. Me he equivocado. No
volverá a ocurrir"", dijo al salir del hospital en abril, un recuerdo
no contemplado esta Nochebuena, como otros de este annus
horribilis de la casa real
.
Por último, encontramos una alusión a la Constitución de 1978, pero no por su nombre como las últimas veces, sino como "marco de convivencia". Y nada de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos o de la Eurocopa, aunque por ejemplo en 2010
los logros deportivos fueron motivo de alegría.
Si desde 2008
LAEDICION.NET.-De hecho, no es hasta el final del discurso cuando desea una "Feliz Navidad para todos". Y lo hace en su nombre, sin citar en ningún momento a su familia. En todo el texto solo hay una referencia a "la Corona" y alguna a su persona, pero ni siquiera ha mencionado el rey al heredero, al Príncipe de Asturias
Pese a que después pidió que no se "personalizara"
Tampoco ha habido esta vez referencias a la banda terrorista ETA
Este año no hay mención. Y tampoco a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, para los que el rey siempre solía tener palabras, tanto por su labor contra el terrorismo y otras actividades dentro del país como por sus tareas en pro de la paz en países en conflicto.
Más que un balance del año lo hace de uno de nuestros "momentos más difíciles", en generalHay otra expresión que era recurrente en los mensajes de Nochebuena, la que hablaba del "orgullo" de pertenecer a un país como España. Esta vez no hay referencia a esto, aunque sí al "pesimismo" (dos veces) y, una vez más, a la "crisis" (seis veces). El rey ya no se refiere tampoco a los últimos doce meses: más que un balance del año lo hace de uno de nuestros "momentos más difíciles", en general.
Tampoco cita a los inmigrantes ni, por ejemplo, a la "educación", palabra que ha pronunciado expresamente en los últimos años como valor fundamental de la sociedad. Sí han encontrado un hueco en el mensaje los famosos "mercados internacionales". Y también la confianza, que vuelve al discurso en cuatro ocasiones.
El rey no ha dicho nada sobre su salud, a pesar de que este año ha sido operado dos veces. La primera intervención tuvo lugar después del accidente del monarca en Botsuana mientras cazaba elefantes
Por último, encontramos una alusión a la Constitución de 1978, pero no por su nombre como las últimas veces, sino como "marco de convivencia". Y nada de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos o de la Eurocopa, aunque por ejemplo en 2010
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