LAEDICION.NET.-.La alcaldesa de Madrid,
Ana Botella, le pedirá por carta al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro,
que los afectados por procesos de desahucios no tengan que abonar la plusvalía
municipal haciéndose cargo de ella, en su lugar, las entidades bancarias.
La petición la hará en los próximos días “como medida protectora a las personas
en situación económica vulnerable”, informó Europa Press. Para ello solicitará
una modificación de la Ley de Haciendas Locales en el apartado de los cambios
de titularidad catastral y el pago de la plusvalía municipal en las ejecuciones
hipotecarias para que sean los bancos los que se hagan cargo de esos
desembolsos.
La delegada de Hacienda y Administración Pública, Concepción Dancausa, ha
manifestado a través de un comunicado que los desahucios son “verdaderos dramas
personales y familiares. Son personas que se quedan sin hogar por la
imposibilidad de pago del préstamo hipotecario correspondiente, principalmente
por la situación de desempleo de uno, varios o incluso todos los miembros de la
unidad familiar”.
A esta “situación de indefensión” del ciudadano desahuciado se acoge Ana
Botella para instar al Gobierno central a que cambie la normativa actual, que
establece que cuando se produce una ejecución de estas características es el
desahuciado quien está obligado al pago de la plusvalía municipal.
Para Dancausa “no es razonable que la Ley obligue al pago de la plusvalía
municipal a quien se ve obligado a perder su vivienda por un proceso de
ejecución hipotecaria o dación en pago ya que sus posibilidades económicas son
mínimas y viene a agravar aún más la delicada situación de las familias que
sufren este penoso trance”.
Estos son los argumentos que esgrime el Gobierno de Ana Botella para “dar un
paso al frente ante esta situación y tomar la iniciativa para instar al Estado”
a que se consideren estas operaciones de ejecución hipotecaria como no sujetas
al impuesto sobre la plusvalía municipal.
La propuesta que plantea el Ayuntamiento se limita a la ejecución hipotecaria
de la vivienda habitual. Esto no significa que la operación quede sin tributar
por completo, lo que se conseguiría con esta propuesta sería demorar el pago
del impuesto hasta la posterior transmisión, en la que se entenderá que el
número de años a lo largo de los cuales se ha puesto de manifiesto el
incremento de valor no se ha interrumpido por causa de la transmisión derivada
del desahucio.
En definitiva, como explican desde el Ayuntamiento, el número de años de
posesión que se tendría en cuenta para la siguiente transmisión -que sería
realizada no por la persona desahuciada sino por el que adquiere el inmueble en
dicho proceso, que en la mayoría de los casos es la entidad financiera titular
del crédito hipotecario- no se contaría de nuevo. Así, la plusvalía municipal
de la persona desahuciada finalmente sería abonada por la entidad financiera en
el momento de la posterior transmisión del inmueble.
Dancausa ha destacado que quien de verdad denota capacidad económica en estos
supuestos es “el que adquiere la vivienda, bien sea la entidad financiera, bien
el adjudicatario final del inmueble en la subasta correspondiente”. Por tanto,
“es razonable liberar a quien sufre esta ejecución hipotecaria de la obligación
de pago de la plusvalía municipal, para que sean los adjudicatarios del
inmueble quienes deban tributar finalmente por este impuesto”, ha defendido la
delegada.
La intención municipal es que la propuesta tenga efectos retroactivos “para que
también puedan beneficiarse de ella las personas desahuciadas en los últimos
meses, debido al incremento de la morosidad que se ha producido por la
virulencia de la actual crisis económica”.
Dancausa ha recordado que no es la primera vez que desde el Consistorio de
Madrid se toman iniciativas en ese sentido. En diciembre de 2011 el Pleno del
Ayuntamiento aprobó una proposición, por unanimidad de todos los grupos
municipales en la que se instaba al Gobierno de la Nación a que modificase la
Ley de Haciendas Locales para que la plusvalía municipal fuese abonada en los
casos de ejecuciones hipotecarias por el adquirente del inmueble, es decir, la
entidad financiera.
El Gobierno de la Nación acogió dicha propuesta en el Real Decreto-Ley 6/2012,
de 9 de marzo, de medidas urgentes de protección de deudores hipotecarios sin
recursos, pero circunscribiéndola a los deudores que se encontraban en los
umbrales de exclusión a que se refiere dicha norma.
La incidencia de esta medida sería prácticamente inapreciable en el presupuesto
municipal. Primero, como explican, porque dado su carácter extraordinario no se
recogen en las previsiones de ingresos que por este impuesto se consignan en
los presupuestos municipales y, segundo, porque las probabilidades de éxito en
el cobro de este tipo de contribuyentes es prácticamente inexistente.
Desde el Ayuntamiento también se está trabajando con la Administración central
para que los cambios de titularidad catastral derivados de ejecuciones
hipotecarias se realicen lo más rápido posible y evitar cobros indebidos a
estas personas del Impuesto de Bienes Inmuebles y la Tasa de Basuras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario