martes, 5 de marzo de 2013

La Guardia Civil 'blinda' Roquetas


Los agentes del GRS, del puesto principal y del escuadrón de caballería realizan controles diarios En dos semanas ha descendido el índice delictivo
LAEDICION.NET.- Poner coto al tráfico de sustancias estupefacientes y a su consumo, a la tenencia de armas prohibidas y reforzar la vigilancia para evitar robos, es uno de los principales cometidos en los que trabaja la Guardia Civil de Roquetas de Mar en los últimos meses. El refuerzo de la seguridad acordado en la última Junta Local de Seguridad ya está a pleno rendimiento con la llegada de un escuadrón de caballería y un pelotón del Grupo de Reserva y Seguridad que van a patrullar de forman conjunta y coordinada con los agentes que conforman el Puesto Principal del municipio de la comarca del Poniente.

Operativos perfectamente coordinados y milimetrados, controles exhaustivos de vehículos y personas, maniobras de vigilancia en zonas donde los robos en el interior de viviendas han crecido de forma exponencial (especialmente en residenciales donde las casas son de segunda residencia y en invierno se encuentran deshabitadas), así como el control de las zonas de ocio nocturno para evitar que los ciudadanos lleven entre sus pertenencias armas prohibidas, son sólo algunas de las tareas que figuran en la hoja de ruta de más de medio centenar de agentes que el pasado fin de semana blindaron la ciudad para garantizar la seguridad.

A veces con la ayuda de perros y otras sólo con la experiencia y profesionalidad de los efectivos, las diferentes patrullas y unidades han trazado un plan especial para poner coto a la cantidad de actos delictivos que se han registrado en los últimos meses en Roquetas de Mar, tanto de robos, como hurtos, infracciones de tráfico, menudeo de drogas... Y también hay que sumar a este dispositivo especial la vigilancia que el escuadrón de caballería, recién llegado al cuartel, está desarrollando en las zonas rurales y agrícolas del Poniente.

La medida, preventiva y disuasoria, ya ha empezado a dar los primeros datos positivos, y así lo indicó a Diario de Almería el teniente del cuartel de Roquetas, quien aseguró que "desde que se están haciendo este tipo de controles tan llamativos y efectivos como los de las zonas de ocio nocturno, cada vez son menos las aprehensiones de drogas que realizamos o de armas prohibidas, porque la gente parece que ya está más concienciada".

Rápido, midiendo perfectamente las distancias y con una selección aleatoria de vehículos y personas, los agentes montaron tres controles en apenas dos horas el pasado sábado por la noche. Cada uno de unos 30 minutos, y teniendo en cuenta que la velocidad es crucial, pues como indicó uno de los guardias, "en cuestión de minutos se corre la voz de que hay controles y la medida tanto preventiva como disuasoria no tendría éxito".

Los accesos a la plaza de toros, la Urbanización y el 501 de Aguadulce fueron los puntos donde los agentes identificaron a 48 personas y 31 vehículos, denunciaron a tres conductores por sendas infracciones contra la seguridad vial y se aprehendieron de diferentes cantidades de droga entre hachís, marihuana y cocaína. Esta última sustancia fue sorprendida por la Guardia Civil cuando tres jóvenes que viajaban en un mismo vehículo llevaban algo más de medio gramo perfectamente preparado en una carpeta para ser consumido. Lo ocultaron debajo del asiento del copiloto al percatarse de la presencia policial en el 501.

Pero antes de iniciar el operativo, el teniente da la orden y reúne a medio centenar de efectivos, tanto del cuartel de Roquetas como de las unidades de apoyo (Grupo de Reserva y Seguridad y los de Intervención Rápida), en una explanada. Hora de inicio y finalización de los controles, ubicaciones, objetivos..., son las cuestiones que se coordinan en el briefing al inicio de la noche.

De uno en uno los agentes fueron identificado a los ocupantes de los vehículos que se acercaban a la zona del control. Registraban el coche, las pertenencias que llevaban encima los individuos, documentación y comprobaban que no estuviera reclamado por la justicia.

Las medidas de seguridad son casi de película de cinco estrellas, pues siempre hay guardias que tienen la misión de cubrir las espaldas del compañero que realiza la inspección o cacheo, así como del punto de verificación, y nunca bajan la guardia cuando se trata de manipular objetos que pueden ser peligrosos, como herramientas agrícolas (que se llegaron a encontrar en maleteros), navajas, cadenas o puños americanos.

Roquetas de Mar está prácticamente blindada por la Guardia Civil, que vela a diario por la seguridad ciudadana.

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