- Los medios de PRISA, tan hostiles a La Moncloa, respetan de forma escrupulosa a la vicepresidenta.
- Al parecer, el pacto Soraya-Janli se fraguó en Bilderberg.
- Y cuando se olvide el Caso Bárcenas, Moncloa levantará el veto a Telefónica para que analice la compra de otro paquete de Sogecable, tabla de salvación del grupo editorial.
- Naturalmente, los bancos seguirán financiando al Grupo, al menos los bancos españoles. En la cabeza, figuran Santander y Caixabank.
LAEDICION.NET.-Es
el gran pacto en la sombra. Por un lado, la vicepresidenta primera del
Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, de otro, el líder del
Grupo PRISA y del Club Bilderberg, Juan Luis Cebrián (en
la imagen, ambos juntos y en buena armonía).
Lo del Bilderberg
no es baladí. Como se sabe, Janli Cebrián y José Manuel Entrecanales
son los delegados en España de tan selecto club del Nuevo Orden Mundial
(NOM).
El pacto se
visualiza cada día. Las lanzas de ataque del Grupo PRISA, El País
y la SER principalmente, se vuelven salvas, o al menos
silencio, cuando se trata de la vicepresidenta primera. Algo de lo que se queja
en privado la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal,
a la que PRISA golpea con entusiasmo. La presidenta manchega,
por ejemplo, se ha empeñado en la demanda del PP contra El País,
algo de lo que Soraya no era partidaria. De hecho, en la rueda de
prensa posterior a los consejos de ministros de los viernes, Soraya
insiste en no hablar del Caso Bárcenas y remite a Génova.
A cambio, Soraya se
ha empeñado en el salvamento de una PRISA en quiebra. En
cuanto amaine el Caso Bárcenas, Moncloa levantará el veto a Telefónica
para que adquiera un nuevo paquete de Sogecable algo que PRISA
necesita con urgencia.
No sólo eso: Soraya
aconseja a Santander y Caixabank, dos de los
principales acreedores de PRISA, que incluso acabarán siendo accionistas de
PRISA, a costa de capitalizar la impagable deuda del progresista grupo
editorial.
Eulogio López
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