El decreto contra la exclusión social de la Junta emula las «misiones» de alimentación de la «Revolución Bolivariana»
LAEDICION.NET.-La
Revolución Bolivariana de Andalucía da sus primeros pasos. El Gobierno
de José Antonio Griñán y, particularmente, su socio, Izquierda Unida, ha pasado
en pocas semanas de proclamar su profunda admiración hacia el legado social de
Hugo Chávez a importar algunas de las medidas más populistas del difunto comandante:
los llamados «comedores populares», también conocidos como «casas de
alimentación». La consejera de la Presidencia e Igualdad, Susana Díaz
(PSOE), anunció ayer que la Junta va a crear una «red» que garantice que todos
los niños en Andalucía hagan al menos tres comidas al día (desayuno,
almuerzo y merienda) porque tienen que «ponerle rostro a la crisis a través de
los menores». Uno de cada seis menores de la comunidad «están en situación de
pobreza extrema», subrayó durante una entrevista en la Cadena Ser.
A Díaz la secundó en el mensaje la consejera de Educación, Mar
Moreno, quien destacó que la Junta destina actualmente 7,5 millones de euros
al mes a sufragar parte de los gastos de comedores escolares y se propone
garantizar a partir de ahora la «gratuidad» del servicio «por lo que valga».
Dotado con un presupuesto de 16 millones anuales (poco más del doble
del coste mensual de los comedores), el plan andaluz de «solidaridad
alimentaria», como lo llamó Díaz, se llevaría a cabo a través de las ONG o centros
de día, pero no precisó cómo lo ejecutaría.
Ésta es una de las medidas estrella que recoge un ambicioso decreto
contra la exclusión social que aprobará este mismo mes y contará con 100
millones de presupuesto total. IU reclamó sin éxito un plan similar cuando se
sentaba en la bancada de la oposición. Pero el pacto y la crisis han hecho
cambiar rápidamente de opinión al PSOE, que se ha apresurado a vender con
entusiasmo la novedosa propuesta, cogiendo incluso por sorpresa a su socio de
gobierno, que capitalizó el polémico plan «antidesahucios».
La consejera socialista no hizo mención alguna a la herencia
chavista que parece inspirarla, de la que incluso se desmarcó el pasado 8 de
marzo cuando el portavoz de IU en el Parlamento andaluz, José Antonio Castro,
aseguró que le gustaría «implantar el socialismo del siglo XXI».
Sin embargo, la promesa de financiar tres comidas al día guarda
parecidos más que razonables con las denominadas «misiones sociales» que
implantó el exlíder revolucionario. La clave de su prolongada hegemonía fue
precisamente la capacidad de convertir el presupuesto público en una potente
maquinaria clientelar que lo atornilló al poder durante 14 años.
Críticas del PP
La web oficial del Ministerio del Poder Popular para la
Alimentación de Venezuela difunde como uno de sus «logros» un plan
implantado en 2003 y financiado por el gobierno para proporcionar tres comidas
gratis a los venezolanos a través de cerca de 6.000 «casas de alimentación» o
comedores populares abiertos en todo el país.
Con independencia de su origen, la propuesta no convence al PP
andaluz, que aseguró que lo «único que busca son titulares». Según la
secretaria de Turismo del PP-A, Rosario Alarcón, el problema de las comidas no
es el único, ya que no hay calefacción en invierno ni aire acondicionado en
verano en algunos centros, y son los ayuntamientos los que «están poniendo
dinero para intentar hacer lo que no hace la Junta en materia de educación».
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