Una reflexión
La crisis ha convertido a los colegios en una última trinchera contra el hambre, la comida que ofrecen es vital para muchos niños de nuestra tierra y esta iniciativa de ofrecer tres comidas diarias que va dirigida a las familias en riesgo de exclusión social y clases medias con un empobrecimiento sobrevenido nos debe hacer ver la dimensión que está alcanzando esta situación que parecía impensable hace tan solo unos años y no parece correcto que nuestros políticos frivolicen con este escenario caótico que ellos de una u otra forma han contribuido a generar y de la que en mayor o menor medida son responsables. Los políticos almerienses deberían abrir lo ojos y mirar a la sociedad, una sociedad que no precisa de comentarios cínicos arrojados con la intención de dañar al oponente político, una sociedad que necesita ahora más que nunca políticos valientes que aporten soluciones.
Nuestro Diputado Nacional, en lugar de enojarse con esta iniciativa debería haber exigido a la Junta que abra también los comedores los fines de semana como se está haciendo en Portugal, porque los fines de semana también se come y ya que nuestra sociedad se muestra incapaz de mitigar los efectos de la crisis por lo menos debe hacerse responsable de los niños que son sin duda nuestro mejor valor y las víctimas más inocentes de los desmanes cometidos.
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