caso de los ere fraudulentos
Zoido anuncia que planteará la solicitud de comparecencia en
el Congreso de los Diputados del actual presidente de la Junta de Andalucía
para que aclare el asunto
Ha criticado que desde la Junta de Andalucía se haya
tolerado "el despilfarro, sin poner cortapisas" después de hasta 17
advertencias de la Intervención General
LAEDICION.NET.- UGT
y CCOO se han defendido de nuevo de las acusaciones que les implican en el caso
y han negado que hayan participado en una "trama corrupta" para
lucrarse El presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, ha acusado hoy al
presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, de ser "el
cajero de los ERE" fraudulentos, mientras que los sindicatos se han
desligado de la "trama corrupta" al negar que hayan participado en la
gestión de expedientes para lucrarse. Zoido también ha pedido que comparezca
Griñán ante el Congreso para aclarar por qué no modificó el procedimiento de
los ERE, lo que ha provocado las críticas de dirigentes socialistas andaluces,
que lo consideran un "desprecio".
De esta forma los partidos continúan con las acusaciones que se han
lanzado esta semana después de que la juez Mercedes Alaya, que instruye el
caso, reactivara la investigación con una nueva rama de los ERE, por la que
hasta el momento han sido encarceladas siete personas de las 22 imputadas.
Griñán, en una entrevista que publica hoy "El Mundo", ha negado tener
responsabilidades políticas en el caso y que estuviera al corriente o que fuera
avisado por la Intervención General sobre ese escándalo ya que, en todo caso,
lo que hay es "reptiles utilizando un fondo legal" aprobado en el
Parlamento.
Ha afirmado que no se ha planteado dimitir y ha señalado que no se
ha producido financiación ilegal del PSOE-A sino un supuesto uso indebido de
fondos públicos y "gente que se ha repartido esos fondos
inadecuadamente" y que "tendrán que devolver el dinero". Zoido,
en una rueda de prensa en Sevilla, ha dicho que los andaluces y los españoles
han sabido "que durante mucho tiempo parece ser que el señor Griñán ha
sido el cajero de los ERE" y le ha exigido que explique ante el Congreso
cómo se nutría la partida 31L, que presuntamente eludía los controles de
fiscalización.
Ha precisado que "el dinero no lo tenía el consejero de Empleo,
sino el de Hacienda, y éste es, según el interventor general de la Junta, quien
cebó sin límites dicha partida", en referencia a cuando Griñán fue
consejero de Economía y Hacienda. Ha anunciado que mañana planteará al grupo
parlamentario popular la solicitud de comparecencia en el Congreso de los
Diputados del actual presidente de la Junta de Andalucía y de su predecesor en
el cargo, Manuel Chaves.
En este sentido, ha relatado que Griñán, siendo ministro de Trabajo,
dictó una orden ministerial el 19 de abril 1995 para evitar que se concedieran
"sin ningún tipo de procedimiento y control" ayudas sociales
vinculadas a ERE, como según ha asegurado ocurría con su antecesor, Chaves,
pero sin embargo no lo hizo a su llegada a la Junta de Andalucía.
Los sindicatos se desmarcan
Ese anuncio ha conllevado las críticas de los dirigentes
socialistas, como la presidenta del PSOE-A, Amparo Rubiales, quien cree que se
trata de un "disparate jurídico" y una "burla" al
Parlamento de Andalucía. El vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez,
se ha mostrado en esa línea y ha señalado que Zoido, "hace el
ridículo" y "desprecia" el Parlamento, ya que su doctrina es que
vayan al Congreso "sólo los ministros de hace diecisiete años o más".
Por otra parte, los sindicatos UGT y CCOO se han defendido de nuevo
de las acusaciones que les implican en el caso y han negado que hayan
participado en una "trama corrupta" para lucrarse con los expedientes
de regulación de empleo ni en Andalucía ni en España. Los secretarios
regionales de CCOO, Francisco Carbonero, y de UGT, Manuel Pastrana, ha
comparecido hoy, por separado y respaldados por un miembro de la ejecutiva
confederal de ambos sindicatos, para negar que hayan cobrado comisiones
ilegales de 4,2 millones por su participación en la tramitación de los ERE
fraudulentos, tal como apunta en el último auto la juez encargada de investigar
el caso.
Además, han censurado que la juez Mercedes Alaya dé credibilidad a
las acusaciones del directivo de Vitalia Antonio Albarracín -en prisión
provisional- en el sentido de que los sindicatos cobraban sobrecomisiones por
su asesoramiento en la tramitación de los ERE "sembrando una sombra de
sospecha" sobre la labor que realizan en defensa de los trabajadores.
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