exposición de Antonio
López Díaz titulada Sol sobre los años, que se inaugura este
próximo jueves, día 25 de abril, a las 20:30 h. en el Centro de Arte
Museo de Almería.
LAEDICION.NET.-Antonio
López Díaz (Alhama de
Almería, 1928), pintor, escultor y tallista, es, junto con Francisco Alcaraz,
el único artista vivo del grupo original de los Indalianos, quienes supusieron
un auténtico revulsivo en el empobrecido mundo cultural de la Almería de
posguerra. López Díaz estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Almería,
pasando poco tiempo después a trabajar en el taller del fundador de los
Indalianos, Jesús de Perceval. En compañía de ellos o bien de manera individual
participa en decenas de muestras realizadas en Almería y otras ciudades
españolas, expone su obra en el Museo Nacional de Arte Moderno de Madrid en
1947, siendo seleccionado por Eugenio d'Ors para participar en el VI Salón de
los Once, que se celebraría un año después. En 1953 marcha a Brasil y centra su
actividad en la decoración integral de iglesias, la escultura religiosa y
urbana y la pintura mural. Participa en 1962 en la importante Bienal
Hispanoamericana de Sâo Paulo. Regresa a España en 1964, dedicándose
profesionalmente a la creación de un taller industrial de decoración. En los
años 80 marcha de nuevo a Brasil, de donde recibe el encargo de realizar una
serie de murales de gran tamaño para diversas instituciones públicas y
privadas. Regresado de nuevo a España, se instala definitivamente en Almería,
donde existen igualmente muestras de su labor escultórica para espacios
públicos tanto en la ciudad como en algunos pueblos de la provincia.
La exposición Sol sobre
los años tiene como objetivo desarrollar una muestra del recorrido
artístico de Antonio López Díaz desde sus obras de los años 50 hasta las
últimas creaciones informalistas y abstractas de su última época. Asimismo se
puede contemplar una breve muestra de su labor escultórica a través de una
serie de pequeños bronces que reflejan su absoluta maestría con los volúmenes.
La que podríamos llamar “primera etapa” de la obra pictórica de López Díaz es
básicamente figurativa, siendo el retrato y en general la representación de la
figura humana el eje central de su trabajo; si bien hay además muestras de
paisajes y escenas costumbristas. Su pincelada es rica en matices,
mediterránea, luminosa y de textura poco empastada. A partir de los años 90,
con su serie denominada “Sugerencias”, se inicia una segunda etapa en su
pintura en la que rompe con el arte figurativo y se adentra en la abstracción.
En este caso el cambio de registro es total, aunque permanece en las obras de
esta época una paleta colorista e impregnada de esa luz tan característica del
mediterranismo que acompañó siempre la estética de los indalianos.
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